La queja emitida el pasado domingo por la comunidad de las Monjas de Belén, inquilinas del monasterio de Villanueva de Sijena, donde negaban un acuerdo con el Gobierno de Aragón sobre el anunciado plan director ha sembrado las dudas sobre las visitas al edificio y los accesos al público. Así, las residentes mostraron su desacuerdo con el nuevo régimen una vez recuperados los bienes del museo de Lérida y exigen un nuevo convenio ante «las nuevas necesidades».

Sin embargo, fuentes de la DGA aseguraron ayer que el horario y el plan director «están pactados» con las propietarias (la Orden de San Juan de Jerusalén) y «comunicado» a las residentes. «Está cerrado definitivamente para abrir de viernes a domingo, en horario de mañana y tarde», añadieron. Las residentes, al parecer, no están de acuerdo con este régimen de accesos a los antiguos dormitorios y por eso reclaman otro convenio con Turismo de Aragón, ya que aluden que el último «finalizó el 31 de diciembre del 2017». Sin embargo, fuentes próximas a la negociación aseguraron a este diario que «el acuerdo es válido» porque fue prorrogado por un periodo de un año.

El espacio donde están expuestos los bienes requiere de un mantenimiento constante para garantizar unas condiciones idóneas de las piezas y del recinto, donde en el 2019 se iniciarán las obras para convertirlo en museo. Así, el gasto mensual por parte de la DGA es de unos 300 euros en electricidad y diferentes actuaciones para asegurar la conversación. Por otro lado, la sentencia judicial que permitió la devolución de los bienes de Cataluña a Aragón establece la obligación de que estos deben estar expuestos en el monasterio de Sijena, por lo que no hay opción a que sean ofrecidos al público en otro lugar.

Reuniones / Las inquilinas precisaron en su comunicado que «en todo momento» la comunidad «ha estado abierta a colaborar con la Administración en cualquier actuación dirigida a la restauración y puesta en valor del monasterio como bien del patrimonio cultural».

La DGA insistió en que hay un pacto «definitivo» con las propietarias y que es la Orden de San Juan de Jerusalén «la encargada» de comunicar estos acuerdos a la comunidad monástica que reside en Sijena. Este diario ha intentado contactar con la Orden de San Juan, pero de momento no se ha obtenido respuesta. Por otro lado, el Ejecutivo añadió que ha habido «numerosas reuniones» con las dueñas y sus representantes legales, que dieron el visto bueno al plan director.