La Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Aragón (Aspanoa) reclamó ayer al Departamento de Sanidad más medidas para que los adolescentes con cáncer sean atendidos en Oncopediatría, en el hospital zaragozano Miguel Servet. El Gobierno de Aragón aprobó esta medida el pasado verano tras la reivindicación de este colectivo, pero el resultado hasta el momento «está siendo prácticamente nulo». De hecho, más de medio año después de aprobarse el aumento de la edad oncopediátrica desde los 14 hasta los 18 años, solo ha sido derivado hasta el hospital Infantil un caso, cuando la media de adolescentes afectados, según Aspanoa, es de entre 9 y 10 nuevos al año.

El problema reside, para Aspanoa, en que la orden interna dada por el departamento solo insta a los oncólogos para adultos de todo Aragón a que informen a la familia del adolescente de que tiene la opción de que su hijo sea tratado en el Servet, el único centro con Oncopediatría de Aragón. «Esto dificulta las derivaciones, porque todo queda a expensas de que el médico se acuerde de decírselo a la familia y que les explique bien las razones por las que es conveniente que vayan a ser tratados a Zaragoza», explicó el presidente Miguel Casáus.

Esta reivindicación se fundamenta en que los adolescentes estarían «más cómodos rodeados de pacientes de su edad que con adultos, además de que podrían beneficiarse de todos los servicios que ofrece Aspanoa en el Servet, como apoyo psicológico y social, fisioterapia o musicoterapia, pero, sobre todo, busca aumentar las posibilidades de supervivencia de los adolescentes».

Las derivaciones al Servet de niños con cáncer (menores de 14 años) se producen «con absoluta normalidad», según Aspanoa. «Pero en el caso de los adolescentes no ocurre y muchos de ellos son tratados en servicios de Oncología para adultos de distintos hospitales aragoneses», señaló Casáus.

El año pasado, Aspanoa, que celebra el sábado su acto institucional anual con motivo de la celebración, el próximo jueves, del Día Internacional del Niño con Cáncer, atendió a 178 niños y adolescentes con cáncer de Aragón y a otros 19 de La Rioja. De estos 197 totales, 33 fueron nuevos diagnósticos. En lo que respecta a los fallecimientos, fue un año malo, con 11 defunciones, cuando lo habitual es que se produzcan entre 7 y 10.