Manuel Lázaro Pérez, presidente de la comarca de Gúdar-Javalambre, subrayó ayer que "es imprescindible terminar cuanto antes las obras de la autovía A-23 entre Teruel y Segorbe, para que sustituya definitivamente a la la N-234".

En ese tramo, de unos cien kilómetros, se han producido en un plazo de menos de diez días dos graves accidentes en los que se han visto implicados camiones con mercancías peligrosas y que han dejado un saldo de tres muertos y ocho heridos de distinta consideración.

El pasado día 9 de marzo explotó en Barracas un camión que transportaba más de 20 toneladas de nitrato amónico, mientras que este miércoles una furgoneta y tres vehículos pesados, entre ellos uno cargado con la misma sustancia, protagonizaron una colisión múltiple cerca de Sarrión.

"Tanto los que viven al lado de la N-234 como sus usuarios, que son muy numerosos, pues es la salida natural hacia Valencia, tienen verdaderos deseos de que terminen de una vez las obras de desdoblamiento, que acumulan un retraso de más de ocho años", manifestó Manuel Lázaro.

"RIESGO EVIDENTE" Teruel, La Puebla de Valverde y Sarrión son las localidades más afectadas por el incesante paso de camiones por la N-234, a razón de 3.000 diarios, según fuentes del Ministerio de Fomento. "Aunque la carretera pasa algo apartada de estas poblaciones --señaló el presidente de Gúdar-Javalambre--, lo cierto es que el riesgo es evidente, como lo demuestran los últimos accidentes".

"Ahora mismo --añadió el responsable político--, se está transformando en autovía todo el tramo comprendido entre Teruel y el límite de Castellón, de más de 50 kilómetros, pero las obras sólo están realmente avanzadas entre el puerto del Escandón y Sarrión".

Según los planes de Fomento, la autovía Mudéjar o A-23 entre Zaragoza y Sagunto debería estar terminada durante el año 2004, pero el propio titular del ministerio, Alvarez Cascos, reconoció recientemente que es posible que los trabajos no concluyan hasta el 2007.

"El problema --señaló Lázaro-- es que en los kilómetros iniciales de Castellón, entre Altura y el límite con Teruel, ni siquiera se ha empezado a trabajar".

SINTONIA El presidente comarcal, sin embargo, se muestra optimista respecto a la marcha de los trabajos. "Es posible que ahora, con un Gobierno socialista en Madrid y otro del mismo signo en Aragón --comentó--, las obras avancen más deprisa".

"Esta buena sintonía política --agregó-- tiene que notarse de inmediato en una autovía tan importante como la A-23, que comunica el Cantábrico con el Mediterráneo y que registra un tráfico incesante de camiones de gran tonelaje".