-¿Cómo sienta recuperar la alcaldía de su localidad para el PP tras cuatro legislaturas de alcaldes socialistas, a qué atribuye el cambio?

-Pues sienta muy bien. Tras 16 años, casi no me acordaba de la última vez que hubo un alcalde del Partido Popular. Estoy muy contento por mí, por la gente que ha apostado por este proyecto y por los vecinos, que han respondido. En cuanto a las causas, no le sabría decir, supongo que es una mezcla de todo. Hemos hecho una lista muy competitiva, de gente profesional con capacidad para llevar a buen puerto los proyectos. También supongo que, tras 16 años, la gente necesitaba un cambio, y cuando estás tanto tiempo en un Gobierno es inevitable tomar decisiones que no gustan a la gente.

-¿Por ejemplo?

-No sé, han sido muchas pequeñas cosas. Supongo que lo mismo que me pasará a mí... dentro de 16 años (ríe).

-¿Han cambiado mucho la estructura del ayuntamiento?

-No en cuanto a concejalías, lo que sí que hemos modificado son los plenos, que ahora se celebrarán cada dos meses en lugar de cada mes. Antes había plenos en los que igual llegábamos con tres puntos en el orden del día, no se aprovechaba el tiempo. Así lo haremos más, y siempre se puede adelantar alguno si es necesario. En las concejalías también hemos agrupado algunas de las que tenían menos contenido, para que tanto en los plenos como en las comisiones haya materia sobre la que trabajar. Sé que a la oposición no le ha gustado, porque eran 100 euros por pleno, pero creíamos que era lo que había que hacer.

-¿Y sus sueldos los han dejado igual?

-Sí, en las mismas condiciones en las que los apoyamos cuando gobernaba el PSOE, 40.000 euros para los concejales y el Gobierno.

-Tras tantos años de Gobierno del mismo signo, ¿han pensado hacer alguna auditoría?

-Como tal no, no tiene mucha razón de ser porque ya nos audita el Tribunal de Cuentas. Pero sí estamos trabajando en una de la residencia de ancianos municipal, de momento estamos entrevistándonos con el personal antes de analizar las cuentas.

-¿Van bien en empleo, con los últimos proyectos empresariales anunciados en pocos meses?

-Calanda tiene un empleo bastante estable, porque la agricultura se ha desestacionalizado, más allá del melocotón. Y la última empresa instalada, Servasa, creó 15 puestos de trabajo y tiene posibilidades de crecer. El otro proyecto de una empresa paquistaní, por contra, no era tan rimbombante como se vendió. En dos meses en el ayuntamiento solo hemos tenido una reunión, y el proyecto parece lejos de hacerse realidad. Estamos trabajando y poniendo todas las facilidades para que no se venga abajo, pero no hay proyecto, ni se han pedido los certificados al Inaga y al ministerio... Ojalá me equivoque, pero no parece que tenga viabilidad.

-Además de la industria, ¿cuáles son sus prioridades para estos cuatro años?

-Desde el primer momento, y aprovechando que también soy diputado por Teruel en el Congreso, estoy vendiendo las potencialidades que tenemos, que ya quisieran otros. El Milagro de Calanda, Buñuel, el melocotón... Hay que desarrollar y dar a conocer todos estos atractivos para atraer turismo todo el año. Quiero incluir el Milagro en las rutas marianas de turismo religioso, con la Virgen del Pilar, eso es una potencialidad a desarrollar. Sin descuidar la atracción de empresas innovadoras, con valor añadido. El 26 de agosto, sin ir más lejos, viene a Calanda el embajador de Taiwán en España, para unas sesiones de trabajo con empresarios del melocotón, el aceite, el porcino y el pavo, para su posible comercialización. Y el 20 de septiembre inauguraremos nuestra I Feria Agroalimentaria, con Vicente del Bosque como embajador, que estará llevando el nombre del melocotón de Calanda por todas partes durante un año.

-¿Y el centro Buñuel, se puede potenciar más?

-Es un museo que para la gente que lo conoce es muy valioso, pero la realidad es que apenas tiene 2.000 visitantes al año, 1.300 de ellos en Semana Santa. Para desarrollar el turismo tenemos más posibilidades con el Festival Internacional Buñuel-Calanda, para el que vamos a constituir un patronato específico, además del municipal, al que ya se adhirió la Fundación Lumière, que nos premió.

-Para Semana Santa no habrá mucho que innovar, ¿no?

-Nuestra Semana Santa es mundialmente conocida, atrae muchísimos turistas, aunque no hay que bajar la guardia. Pero lo que me preocupa en turismo no es la Semana Santa, es todo el resto del año.