El debate sobre la financiación autonómica parece haber cobrado de nuevo fuerza en las últimas semana. El presidente del Gobierno de España y líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que su partido intentará llegar a un acuerdo «de buena fe» para mejorar la gestión de los ingresos, pero señaló que el éxito de las negociaciones no depende solo de ellos al evidenciar que es «imprescindible» el acuerdo con el PSOE ya que gobierna en siete autonomías.

En una intervención ante otros dirigentes del partido, Rajoy presumió del incremento de la financiación a las comunidades desde que es presidente -la cifró en unos 20.000 millones de euros- y aseguró que para este ejercicio habrá un total de 104.000 millones de euros, lo que supone 4.000 millones más que en el 2017.

En el lado opuesto, el presidente socialista de la de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, anunció que iniciará «una ronda de conversaciones» con presidentes autonómicos de todos los partidos políticos para buscar alianzas de cara a la reforma.

En su opinión es necesario que no se olviden las bases sentadas en la conferencia de presidente ante el riesgo de que el PP tome una «decisión unilateral». Todavía no existe fecha para el encuentro con el presidente de la DGA.