En medio de las incertidumbres y desvelos que provoca el coronavirus, el grupo Saica representa uno de los grandes baluartes de Aragón para encarar esta crisis. Es la mayor compañía de capital local, un gigante de la industria del papel y el cartón -tercer productor europeo- con 105 fábricas y presencia productiva en nueve países con sus cuatro grandes líneas de negocio: recogida de residuos de papel (Saica Natur), producción de papel reciclado para cartón (Saica Paper), fabricación de cajas de cartón (Saica Pack) y embalaje flexible (Saica Flex). Cuenta con un total de 10.000 trabajadores, de los que alrededor de 1.000 son en Zaragoza, y supone un oasis empresarial en el actual contexto de dificultad. Prueba de ello es que es una de las pocas empresas que no ha tenido que recurrir a un ERTE por el estado de alarma

-¿Cómo ha vivido Saica el ‘huracán’ del coronavirus?

-Desde el inicio fuimos declarados industria esencial. Al final, nuestros embalajes son un eslabón más en esa cadena de suministro de alimentos, detergentes o productos farmacéuticos. Teníamos que estar en marcha y eso nos obligó a tomar una serie de medida para garantizar la salud y seguridad de aquellos que tenían que venir a trabajar. Es verdad que hemos estado un poco en alfileres, trabajando en fábrica con el mínimo imprescindible de personal, y con 1.600 personas teletrabajando.

-¿Ha afectado a la producción?

-Al principio del estado de alarma tuvimos un pico de producción por la locura que se desató con las compras en los supermercados. A partir de la primera semana se abril, poco a poco fue bajando y se ha quedado algo por debajo del año pasado. Al margen de la alimentación, se ha notado que mucha industria paró.

-¿Les pasará factura esta crisis?

-Al estar centrados en el segmento de alimentación, bebida y detergentes, nuestra evolución es más estable que otros sectores, tanto al alza como a la baja. Lo que sí pensamos es que nuestras fábricas del sur de Europa van a sufrir la disminución del turismo exterior. Que vengan menos turistas a España hace que baje el consumo de cartón. En otros mercados, como en el Reino Unido, esté año se van a quedar más británicos y ahí puede darse el efecto contrario.

-¿Cómo valora la gestión del Gobierno en esta crisis?

-Es la primera vez en democracia que nos enfrentamos a una pandemia de estas dimensiones. Como ocurre siempre, seguro que hay aciertos y errores. Lo importante es analizar lo que ha pasado y hablar, cooperar y trabajar todos juntos en la misma dirección para salir cuanto antes de esto. La única manera de conseguirlo es que trabajadores, empresarios y Administración busquen una solución conjunta.

-¿Cómo fue el 2019 para Saica?

-Tuvimos una facturación de 3.016 millones de euros, lo que supuso una ligera disminución del 6,7% respecto al 2018 (3.235 millones), no tanto por el volumen de producción sino por la bajada de precios del papel.

-¿En qué momento se encuentra el proceso de diversificación?

-La diversificación de los últimos años ha sido geográfica y de producto. Esta última vino con la creación Saica Flex hace cinco años a partir de la compra de cuatro empresas -entre ellas, Polibol, con fábrica en Zaragoza-. Seguimos con el proceso de uniformizarlas y desarrollando en ellas inversiones para instalar nuevas máquinas. En cuanto a la diversificación geográfica, en el 2015 entramos con una planta de cartón en Turquía, un país con gran potencial de crecimiento. Lo malo es su inestabilidad monetaria. Y en el 2018, compramos el grupo francés Emin Leydier, que nos ha permitido organizar mejor los flujos logísticos con los clientes de España y Francia.

-¿Tienen en el punto de mira alguna nueva compra?

-Saica siempre está con la caña para bajar al rió, lo que pasa es que también tienen que saltar las truchas para poder pescar. Siempre estamos atentos a las oportunidades de compra que pueden surgir en el mercado, sobre en todo en mercados como Alemania, que es el más grande de Europa y no tenemos presencia productiva. Lo llevamos muchos años mirando. Si ahora se pusieran a la venta allí fábricas de cartón, por supuesto que las estudiáramos con mucho interés.

-¿En qué inversiones trabajan?

-Estamos metidos en un montón de pequeñas y medianas inversiones para optimizar todo lo que tenemos. En Aragón, en El Burgo de Ebro, estamos arrancando la segunda línea de reciclaje de polietileno de baja densidad, pero debido a la covid-19 ha tenido algún retraso. La inversión es de 13 millones. También aquí, probablemente decidiremos antes de final de año hacer la segunda fase del almacén automático, para aumentar la capacidad de 30.000 a 60.000 toneladas. En el área de Natur, estamos acabando un almacén de papel recuperado en el Reino Unido, donde nos adjudicaron la recogida. En Francia, hemos aprobado inversiones de más de 40 millones para mejorar una de las fábricas. Y en Escocia, en el área de Pack, vamos crear una fábrica más grande y juntar ahí las dos que tenemos, que son algo antiguas, con una inversión de 43 millones de libras.

-¿Cómo está siendo la digestión del ‘brexit’?

-Nuestro negocio en el Reino Unido es muy local. La mayor parte de lo que allí producimos, se vende allí. Nos veremos afectados en función de lo que pasé con la economía británica. Si su PIB cae por el brexit, se consumirá menos carbón, y si crece, lo notaremos en positivo. Y lo mismo con el tipo de cambio de la libra.

-Lleva diez años de presidente, ¿se plantea su relevo?

-Siempre pensamos en el medio plazo. Llevo desde el 2010, cuando sustituí a Eduardo Aragües, que fue el presidente de la segunda generación, tras José Manuel y Joaquín Ballet. De manera inmediata no hay nada previsto, pero siempre estamos mirando alternativas y posibilidades.

-¿Cuál es la salud del sector?

-Va por familias. Hay dos realidades bien distintas. El papel de escritura y prensa está de capa caída por el auge de formatos digitales, pero el de tisú (higiénico), servilletas o embalaje está subiendo por el crecimiento del comercio electrónico.

-¿Cómo les repercute el fenómeno de Amazon?

-El cliente de internet es muy exigente, como pasa con Amazon, en cuanto a nivel de servicio. Nos obliga a estocar cajas durante ciertos periodos porque de repente su demanda se dispara de manera brutal. En la pasada campaña de black friday llegamos a suministrar a Amazon 70 camiones tráiler de cartón entre los distintos países.