La situación en la 5ª planta del centro de especialidades médicas Ramón y Cajal, en Zaragoza, se ha vuelto «insostenible e insoportable» ante la ausencia de aire acondicionado en la sala de espera, donde se han tenido que colocar varios ventiladores para hacer frente a las altas temperaturas de estos días. La zona, destinada a las consultas de Otorrinolaringología y Oftalmología, cuenta con dos aparatos de refrigeración, pero uno de ellos (colocado al fondo de la planta) se estropeó «hace casi dos años», según declaró personal del centro a este diario, y el segundo se averió hace unos días.

La solución, a la espera de la reacción por parte del Salud, ha sido poner dos ventiladores. Uno de ellos sobre una silla de ruedas y otro encima de una mesa de trabajo. Sin embargo, son «insuficientes» en una sala de espera donde la mayoría de los pacientes son personas mayores o niños que ayer, abanico en mano, intentaban combatir el calor. «Esto es una vergüenza», decía una mujer mientras esperaba a pasar a la consulta. «Menos mal que llevo el abanico porque aquí no se puede estar», añadió.

Alguna otra paciente también optó por colocarse delante de uno de los ventiladores para intentar refrescarse. Sin éxito. «Tienes la sensación de que hace más calor que en la calle», decía.

FALTA DE MANTENIMIENTO

El personal del centro denuncia la falta de mantenimiento de los aparatos «desde hace años» en esta zona. «Esto no es de recibo para el paciente en pleno agosto. Se estropeó uno hace años y no lo arreglaron, pese a que se comunicó a la dirección, pero creyeron que con el otro era suficiente. Ahora se ha averiado este y estamos así. Es un apaño vergonzoso y un atajo para pasar el verano», apuntaban ayer algunos empleados del Ramón y Cajal.

Lo cierto es que el aparato afectado esta semana da la sensación de estar funcionando, ya que la zona por la que debe salir el aire está abierta, pero no desprende frío. «Ayer (por el lunes) cuando vine a trabajar conté hasta 20 personas con abanicos sentadas en la sala de espera y muchas se quejaban con razón», añadió una trabajadora. La situación en esta quinta planta se hace todavía más crítica por las tardes, cuando el centro cierra sus puertas al paciente y el calor se acumula en el interior, donde siguen trabajando algunos empleados.

El personal no descarta que algunos usuarios del Ramón y Cajal hayan cursado quejas en Atención al Paciente. Y es que el problema de esta zona también se traslada a la 4ª y 6ª planta, donde también hay instalados algún ventilador ante la insuficiente refrigeración en la zona, donde sí hay aire acondicionado pero este no calma el calor sofocante en la capital.

En ambos pisos se encuentran, entre otras, las consultas de las especialidades de Cardiología, Tocología, Oncología o Neumología. «Hay médicos que están atendiendo a sus pacientes sin aire acondicionado en sus salas. Esto es fuego, no se puede soportar. Nadie en su casa soportaría esto y no son condiciones», añadió el personal. En la 5ª planta, donde se concentra el problema, no es extraño ver las puertas de las consultas de los médicos abiertas cuando estos no están atendiendo a los pacientes. «El malestar es generalizado», aseguraron desde el centro.

Por su parte, fuentes del Departamento de Sanidad confirmaron a este diario que «efectivamente» los dos aires de la sala de espera de Otorrino y Oftalmología del Ramón y Cajal «están estropeados».

SOLUCIÓN A CORTO PLAZO

Desde el Salud precisaron que la avería se notificó el pasado lunes y que ayer técnicos de la subdirección de gestión del sector sanitario valoraron la situación.

Sin embargo, la solución parece que no será inminente, sino «a corto plazo», según apuntaron las mismas fuentes, ya que los responsables deben analizar la situación antes de tomar una decisión. «Se debe ver si se arreglan los aparatos o si se cambien por otros nuevos», indicaron desde Sanidad.