El profesor de Dialectología de la Facultad de Letras de la Universidad de Lleida y miembro de la Sección de Filología del Institut d'Estudis Catalans, Ramón Sistac, afirmó que las "hablas" locales que se hablan en la Franja aragonesa forman parte de la lengua catalana y pidió proteger el uso de esta lengua en la zona para conservarlo.

Sistac, nacido en Cataluña, aunque el origen de su familia está en el municipio altoaragonés de Camporrells, obtuvo su doctorado en Filología años atrás tras leer, en la Universidad de Barcelona, una tesis sobre 'El habla de Peralta de la Sal'.

El filólogo justificó la adscripción de las "hablas" de la Franja al catalán porque "básicamente, el cuerpo principal de la gramática y la sintaxis es el mismo", al igual que gran parte del vocabulario, aunque reconoció que "lo que hay son diferencias fonéticas" respecto a otros hablantes.

Ramón Sistac indicó que, desde Altorricón (Huesca) hasta el final de la Comunidad autónoma, se habla un subdialecto del catalán denominado ribagorzano noroccidental, mientras que desde Zaidín hasta Mequinenza las hablas locales están emparentadas con "las hablas leridanas" y desde Mequinenza (Zaragoza) hasta municipios turolenses como La Codoñera o La Cañada de Verich, estas hablas forman parte del tortosino, siempre dentro del catalán occidental, que se habla "en Lérida y Valencia".

Aunque no hay "unidad" dentro del "catalán de Aragón", dijo Sistac, "tampoco hay tanta diversidad". A esto añadió que "pretender que el maellano es diferente del fragatino sería una barbaridad". Sistac puntualizó que las diferencias con el aragonés "están definidas hace muchos años" en el campo científico.

El filólogo ilerdense prosiguió afirmando que "lo que pasa con el catalán en Aragón es exactamente lo mismo que con el castellano", en el sentido de que "no se habla lo mismo en Barbastro que en Huesca o en Alcañiz", ni en España o Argentina, y sigue siendo castellano.

Asimismo, el filólogo lamentó que en el caso de la Franja "se confunden las cosas", al mezclarse política con lengua y cultura. Así, indicó que, en el caso del castellano, la Real Academia de la Lengua Española (RAE) "no impone ningún castellano a los hablantes que, en todo caso, hablan como les da la gana" y "con el catalán pasa exactamente lo mismo".

El Institut "no impone un modelo de catalán, sino que se dedica a hacer la gramática y la normativa". De hecho, "yo hablo como se habla en mi pueblo", como cualquier hablante de cualquier lengua. Sistac explicó que el registro normativo se habla cuando el usuario quiere "elevar" su nivel lingüístico.

Ramón Sistac afirmó que en gran parte de la Franja aragonesa el catalán es hablado por el 87 por ciento de los residentes habituales, según sus datos, pero alertó del proceso de "sustitución" que, en su opinión, se está produciendo en "las zonas extremas", como el valle del Isábena.

Según Sistac, esta situación de uso habitual del catalán en la Franja puede invertirse en una generación porque, en el contexto actual, para que una lengua sobreviva deber "entrar en la escuela" y los organismos oficiales, en alusión a las Administraciones públicas.

VENTAJAS

Entre las "ventajas" que pueden tener los ciudadanos residentes en la Franja si aprenden a escribir en lengua catalana, Ramón Sistac dijo que "hay un mercado de 10 millones de personas al cual tendrán un acceso más fácil" y, además, la catalanófona es "una cultura de muchos siglos de antigüedad, con una gran literatura a la que pueden acceder".

Sistac aclaró que el Institut d'Estudis Catalans "no es una entidad catalana", sino que está formada por científicos de todos los territorios donde se habla catalán, lo que incluye a varias Comunidades autónomas.

Sobre el grado de reconocimiento jurídico que deba tener el catalán de Aragón, Ramón Sistac eludió pronunciarse, por tratarse de una comunidad distinta de la suya, aunque opinó que "todos los ciudadanos tenemos los mismos derechos y yo me encuentro viviendo a caballo entre Aragón y Cataluña, con la contrariedad de que cuando estoy en Aragón pierdo parte de mis derechos" lingüísticos. "Son las Cortes de Aragón las que tienen que decidir qué régimen jurídico tiene cada una de las lenguas de Aragón", sentenció.

El dialectólogo ilerdense explicó que, en la conservación de un idioma minoritario en un territorio determinado, no sólo influye su valor jurídico, sino también las acciones que realizan las instituciones día a día.

Como ejemplo, dijo que el gaélico de Irlanda es una lengua plenamente oficial en Eire y "es una lengua cada vez menos usada", mientras que los italianos de la región norteña del Tirol del Sur tienen el alemán como lengua materna, una lengua muy protegida en el día a día que, sin embargo, tiene un nivel de protección "muy débil" en la legislación transalpina.