-¿Cómo afronta esta etapa al frente de la delegación de la ONCE en Aragón?

- Con mucha energía y mucha ilusión, con la misma que he desarrollado todas mis etapas anteriores. Sobre todo, con el empeño de atender a todos y cada uno de los 2.100 afiliados de esta comunidad, apostando por el empleo estable para personas con discapacidad.

-¿Cuáles van a ser las líneas principales de su mandato?

-Trabajar por que todos los afiliados en Aragón reciban los servicios sociales que necesiten en cada momento para que tengan una vida plenamente normalizada, independientemente de dónde se encuentren físicamente, ya sea en una ciudad o en un pueblo alejado de los centros de trabajo. Para ello, contamos con un gran equipo de profesionales ampliamente experimentados.

-Ha resaltado la extensión de Aragón, con zonas despobladas y otras muy pobladas, ¿cómo afronta estos hechos?

-Lo hace un poquito más difícil pero cuando las personas afiliadas no se pueden desplazar a nuestros centros, son los profesionales de la ONCE los que se desplazan al lugar donde trabajan o residen los afiliados. Peleamos para que esta circunstancia no sea un impedimento y que cada afiliado reciba lo que necesita en cada momento.

-¿Goza de buena salud la ONCE en Aragón?

-Afortunadamente, no es diferente a lo que estamos viviendo en el resto de España. En los últimos ejercicios hemos recuperado nuestros ingresos, veníamos de una década muy difícil porque, igual que al resto de la sociedad, a la ONCE también le afectó la crisis económica. Nuestros ingresos se habían ido reduciendo y no somos una entidad con ánimo de lucro, al contrario, lo que recibimos de la sociedad lo revertimos en servicios sociales. Afortunadamente, estos últimos años han sido positivos. El incremento de ventas del 1,45% durante el 2018 nos hace sentir satisfechos y trabajar con más optimismo de cara al futuro.

-¿Qué le gustaría poder contar dentro de cuatro años?

Que las cifras de recaudación de venta de los productos de juego siguen siendo positivas, porque eso no va a suponer otra cosa que seguir trabajando por nuestros afiliados en Aragón y por estar mejor preparados para que cuando cualquier persona tenga un problema de pérdida de visión, total o parcial, y acuda a la ONCE, la entidad esté preparada para ayudarle. Que, pasado un tiempo desde que llegue, porque la llegada siempre es complicada, cualquier persona pueda decir con orgullo que ha llegado a la ONCE, que esta le ha abierto las puertas y que su vida no ha cambiado por el hecho de tener una discapacidad visual. Y, sobre todo, me gustaría contar que seguimos creando empleo para personas con discapacidad y espero poder contar que hemos incrementado nuestra plantilla, que esos centinelas de la ilusión son más y con empleo estable.