El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ratificó ayer la condena de dieciocho años de prisión para José Manuel Martínez-Falero, el agente de Policía de 55 años que en noviembre del 2011 mató al marido de su amante, Rufino Arranz, simulando un atraco en Valladolid. El hombre estaba destinado en Zaragoza, adonde volvió tras el crimen. El tribunal ha desestimado el recurso interpuesto por su abogada, la penalista Olga Oseira, contra la condena impuesta por la Audiencia de Valladolid el pasado mes de mayo.

Según el fallo judicial, Martínez-Falero, que había retomado el contacto con una antigua novia en el 2009 por internet, comenzó una relación con ella. El marido se enteró, y llamó al policía para que dejase en paz a su mujer. Tras esto, él viajó a Valladolid para intentar convencerla de que se fugase con él.

La mujer se negó, y él volvió a la ciudad castellana posteriormente. Allí, simuló un robo a Arranz para asestarle dos puñaladas que acabaron costándole la vida. Los testigos identificaron su complexión y su cojera, por una lesión del viaje, y su coche fue detectado en el camino.