El Tribunal Supremo ha ratificado la condena de ocho años de prisión a Rosa María Mochales, la zaragozana que, el 19 de diciembre del 2010, roció con sosa cáustica a la exmujer de su pareja, Begoña E. S., y la apuñaló. La defensa de Mochales, ejercida por la penalista Olga Oseira, había alegado para que se tuviera en cuenta en mayor medida la confesión de la mujer, pero los magistrados del Supremo no lo comparten al haber sido ya identificada por la víctima, con lo que entregarse en la Jefatura Superior de Policía no facilitó tanto la investigación.

La víctima también había recurrido para aumentar la condena de la agresora, por diversos motivos como el haberse ensañado (aumentado el sufrimiento), pero los magistrados recuerdan que no adujeron este motivo al acusarla por tentativa de asesinato, por lo que no cabe añadirlo en el recurso. Tampoco puede el tribunal anular la absolución al exmarido --defendido por José Muñoz--, inicialmente acusado como inductor.