Fomento reabrió ayer al tráfico la travesía de la N-232 en Alcañiz, que quedó cortada el pasado mes de abril, a raíz del desprendimiento de la ladera de Pui-Pinos sobre los edificios que flanquean la carretera en ese punto. Durante los dos meses de cierre, los equipos de emergencia han retirado la tierra y los cascotes que invadieron la calzada y han asegurado las construcciones aledañas. El derrumbe fue de gran magnitud y obligó al desalojo de varios edificios. Parte de los vecinos pudieron volver, pero otros tuvieron que ser realojados debido a que sus viviendas quedaron gravemente dañadas debido a la avalancha de tierra.