La apertura ayer de la carretera del túnel de Añisclo permitió recuperar uno de los accesos más solicitados al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, por el que transitaban antes de su cierre más de 200.000 visitantes. Aunque en un principio estaba prevista para la jornada de hoy, el Gobierno de Aragón, responsable de la infraestructura, decidió adelantar su puesta en marcha para facilitar los desplazamientos turísticos con motivo de las vacaciones de Semana Santa.

El trazado está «perfectamente operativo» y en la comarca del Sobrarbe celebran la reapertura porque permitirá recuperar la actividad comercial y hostelera en localidades como Puértolas o Fanlo. «Era uno de los sectores del recinto natural preferido por los visitantes, así que es una buena noticia que durante las jornadas festivos pueda recuperarse la circulación», indicó el presidente comarcal, Enrique Campo. Esto permitirá aumentar de nuevo los registros de turistas.

Además, la recuperación de la HU-631 permite descongestionar las vías en dirección a Fanlo, pues en la actualidad han tenido que absorber el tráfico de turistas, sobre todo en los meses de verano. De esta forma se ha evitado que una parte de gran interés deportivo y ecológico del enclave natural presentara dificultades de acceso añadidas a los visitantes.

MALA ESTABILIDAD

Pese a todo, la alegría por la puesta en marcha de la carretera es solo momentánea. Está previsto que dentro de nueve días, tras la festividad de San Jorge, el acceso a esta carretera vuelva a cerrarse durante diez días para realizar los trabajos de mejora del firme de la calzada, la colocación de la señalización y las biondas de seguridad. La empresa que se encargará de estos trabajos no es la misma que se ha ocupado del túnel

La carretera de acceso al túnel de Añisclo se cerró al tráfico en abril del 2017 tras detectar el movimiento de la ladera y uno de los túneles de la HU-631. Para facilitar el tráfico alternativo a esta vía se acondicionó la carretera entre Puyarruego, Buerba y Escalona con una inversión de 650.000 euros.

En paralelo se realizó el estudio técnico para la consolidación del túnel y se adjudicó la obra de emergencia con una inversión de 1.8 millones de euros. El Gobierno de Aragón ha calificado estas actuaciones como unas de las «más importantes» de la legislatura debido a las dificultades que se han encontrado durante los trabajos. Todavía no existe fecha definitiva para cerrar totalmente las actuaciones.