La consejera de Cultura, Àngels Ponsa, dijo ayer a las puertas del Museo de Lérida: «Creo que hemos dado todos los pasos que se tenían que dar, otra cosa es que el resultado no sea el que queríamos». Según Ponsa, el Consorcio del Museo de Lérida ha hecho lo que los abogados le han aconsejado, «sin llegar a la desobediencia», y aseguró: «Hemos trabajado más de lo que hemos explicado».

Preguntada por qué no viajó a Lérida todos los días en que se llevaron a cabo los traslados, Ponsa respondió: «Nadie me puede acusar de que no he estado al lado del museo y de la gente de Lérida, porque creo que los hechos cantan». «Una de las primeras cosas que hice como consejera fue venir a Lérida y hasta que ayer aprobamos el acuerdo de apoyo al Museo en el Gobierno de la Generalitat no hemos parado», añadió. En este sentido, y en defensa de la tarea ejercida por el Museo de Lérida, la consejera explicó que han celebrado múltiples reuniones y siempre han actuado unidos en la forma de actuar en el pleito.

A las puertas del Museo de Lérida también se acercaron otros patrones del consorcio, como el alcalde de la ciudad, Miquel Pueyo, y el obispo, Salvador Giménez. El primero advirtió de que, pese a que «hoy no es un buen día, este combate por el arte no ha acabado, ya que la batalla jurídica todavía puede llegar a Europa».

Críticas a medios aragoneses

Por su parte, Giménez pidió que ahora no se inicie una «batalla» sobre quién ha cuidado mejor o peor las obras y lamentó el trato que han dado algunos medios de comunicación aragoneses al obispo Josep Messeguer, autor de la recuperación de las obras y su traslado a Lérida. «Decir que Messeguer fue un ladrón me parece una barbaridad, porque fue un hombre que lo único que hizo fue que no desaparecieran las obras, y si las trajo a Lérida fue porque era el centro de la diócesis», subrayó.

Por otro lado, el Círculo de Amigos del Museo de Lérida pidió ayer el «compromiso del Parlamento de Cataluña para recuperar las 111 obras de arte religioso» recuperadas por Aragón.