Un ciudadano portugués que había sido declarado muerto hace casi tres meses en Zaragoza, regresó esta semana vivo a su pueblo, en el noreste de Portugal, y se sorprendió de las noticias sobre su fallecimiento y entierro.

Fernando Chaquico, que suele viajar a España para trabajar en la fruta, manifestó que sus familiares y vecinos "se quedaron tan sorprendidos como yo" al enterarse de lo sucedido y ahora quieren saber quién es la persona enterrada con su nombre.

Chaquico es natural de una aldea de Tras-os-Montes, la región fronteriza con las provincias españolas de Orense y Zamora, desde donde su familia recibió el pasado 21 de enero noticia de que había fallecido el 16 de noviembre de 2003.

El consulado portugués en Barcelona también intervino para apoyar a la familia y organizar en España el funeral, al carecer de recursos para su traslado.

Un juzgado de Zaragoza identificó el cuerpo sin vida enterrado como el de Chaquico, natural de Ligares, en la parroquia de Freixo de Espada a Cinta, del distrito de Braganza, porque según la policía tenía documentación con esos datos en el bolsillo.

Pero el auténtico Fernando Chaquico asegura que tiene toda su documentación en su poder y también que no estuvo en una finca de los alrededores de Zaragoza donde apareció el cadáver, aunque anteriormente si trabajó en ese lugar. Chaquico regresó a Portugal el pasado lunes y puede enfrentarse ahora a un largo proceso burocrático para demostrar legalmente que está vivo.