Como parecía evidente, la reforma del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) no estará lista esta legislatura. El propio presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, calificó ayer de «utópico» que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo para aprobar una ley en las Cortes que permita «perfeccionar» el tributo. Por su parte, el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, avanzó que el pasado 2018 se recaudó un 24,73% más en el gravamen, a pesar del descenso del 0,53% en los derechos reconocidos.

Lambán acusó sobre todo al Ayuntamiento de Zaragoza de poner «obstáculos» ante una reforma que él no ve necesaria más allá de algunos retoques. «Cambiar impuesto de contaminación de las aguas no es una prioridad como sí lo era la depuración en el Pirineo y acabar con el sistema concesional para recuperarlo para la iniciativa pública, algo que sí que hemos logrado», según dijo.

El presidente socialista consideró que la reforma que se ha puesto sobre la mesa ya no tiene tiempo efectivo para su tramitación y consideró que han sido los partidos críticos con el tributo los que han evitado cualquier avance al considerar que el debate les favorece de cara a las elecciones. Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, replicó que están dispuestos a mantener el diálogo siempre que existan garantías de «reversión» para mejorar las infraestructuras de la ciudad.

El ICA que el Gobierno de Aragón presupuestó en el 2018 debería haber supuesto una recaudación de 69.155.525 euros, aunque finalmente la recaudación en el mes de diciembre se ha quedado en 64.239.259 euros, lo que pese a todo supone un incremento de 12,7 millones frente a lo que se ingresó en el 2017. Gimeno restó importancia a los impagos que se han producido por las campañas críticas alentadas en la capital aragonesa. «El Ayuntamiento de Zaragoza ha pagado el recibo a pesar de que les dice a los demás que no lo paguen», indicó a la hora de señalar que en el caso de no abonar los recibos se enfrentan a «recargos» y a diferentes faltas administrativas.

MENOS SUCESIONES

El impuesto que sí que se ha podido reformar a lo largo de esta legislatura es el que tiene que ver con Sucesiones y Donaciones. Fue necesario el acuerdo de PP, Ciudadanos y PSOE para que saliera adelante, sin embargo, sus efectos no se notarán en la recaudación presupuestaria hasta el próximo ejercicio.

Según los datos de recaudación a diciembre del 2018 lo ingresado en esta materia son 139.989.301 euros, un 18% menos de lo que estaba previsto. En los años anteriores la recaudación estaba disparada por la recepción de varias herencias inesperadas. Los derechos reconocidos en la materia, esto es, aquellos que se anotarán cuando se cierre el presupuesto de forma definitiva, son 154.498.494 euros.