Las asociaciones que trabajan en la recuperación de la memoria histórica en Aragón mostraron ayer su rechazo a la propuesta de hacer un cabezudo en homenaje a la labor del fraile Gumersindo Estella para la ciudad de Zaragoza. «No se pueden hacer risas y mofas de lo que representa este hombre; basta recordar los cientos y cientos de hombres y mujeres a los que por lo visto quiso salvar sus almas, pero no hizo nada por intentar salvar sus vidas», expresaron en un comunicado nueve de estas agrupaciones.

El defensor del proyecto, Luis Bádenas Marco, que ha iniciado una campaña de micromezenazgo, alega que el capuchino asistía a los antifascistas presos en la cárcel zaragozana de Torrero en el momento de entrar a capilla antes de su fusilamiento. Las asociaciones contrarias recuerdan que esas condenas se imponían sin ningún tipo de juicio.