La comunidad de propietarios de la calle Atraco a las tres (portales 2-10) del barrio de Valdespartera lleva reclamando sin éxito desde el pasado mes de febrero que se cambie nuevamente la parada final de la línea 55 (Montecanal-Tranvía) por las molestias y peligros que esta genera para vecinos, peatones y conductores.

Los vecinos se quejan de las dificultades que tienen para entrar y salir de los garajes por la falta de visibilidad que provoca la ubicación de la parada, en un badén que además, afirman, llevan pagando desde hace siete años. También sufren el molesto ruido de los motores de muchos de los buses que permanecen parados entre las 05.52 horas y las 00.08. Y alertan sobre el riesgo para los viandantes, que se bajan del tranvía en la parada Los Olvidados, situada enfrente, y cruzan por la calzada para enlazar con el 55 evitándose caminar hasta los pasos de peatones pintados a ambos lados.

El final de la línea 55 ya ha tenido cuatro paradas distintas. En el 2012 estaba ubicada en Todo sobre mi madre, 8. La misma comunidad ahora reclamante, se quejó del ruido y el consistorio, en mayo del 2013, la trasladó a la plaza Bámbola. Entonces, la Asociación de Vecinos de Montecanal reclamó que la parada estuviera más cerca del tranvía y contase con una marquesina. La Junta de Distrito de Casablanca propuso el traslado junto a la parcela 8 de Paseo de los Olvidados.

En diciembre de ese año, los autobuses pasaron a dejar y recoger viajeros en ese punto. Un mes después, los vecinos se quejaron de los ruidos a la junta del distrito. Esta propuso situarla entre las dos vías del tranvía, idea descartada en favor del actual emplazamiento, Todo sobre mi madre, parcela 4.