Varios miles de personas se acercaron ayer hasta el Parque Torre Ramona en el barrio de Las Fuentes de Zaragoza para degustar la longaniza del tradicional Jueves Lardero acompañada de un buen tintorro. La organización fue por cuenta de la Federación de Interpeñas de Zaragoza, quien con la colaboración del ayuntamiento, preparó 500 kilos de longaniza que junto a 1.200 barras de pan, dieron para alrededor de 5.000 raciones.

A pesar de que el reparto comenzaba a las 18.30 horas, los más impacientes empezaron a llegar ya a las cuatro de la tarde, a la vez que los organizadores. En concreto, en el evento participaron 75 voluntarios: 52 de las peñas y 23 del Cuerpo Municipal. Los primeros se encargaron de la preparación, compra y reparto de la longaniza, los bocadillos y del vino, mientras que los segundos procuraron el orden y seguridad de los vecinos zaragozanos en las largas filas junto al personal de Protección Civil. «Ha venido mucha gente pero ha ido todo muy tranquilo. No ha habido problemas de tapones», apuntó Remedios Gómez, una voluntaria.

La fila se extendió serpenteando por toda una explanada de grava y finalizaba en el espacio que había organizado la Federación de Peñas para realizar el reparto. «Es el segundo año que vengo al Jueves Lardero y me parece una tradición muy divertida y muy aragonesa, ya que yo procedo de Andalucía y allí esto no se celebra», declaró Engracia Alquézar mientras esperaba a que le llegara su turno en la fila.

Tanto familias, con pequeños y mayores, como grupos de amigos, muchos fueron los que quisieron merendar longaniza. «Me parece estupendo que hagan esto porque es bueno seguir tradiciones. Además como había fiesta en el colegio hemos venido aquí directamente con los disfraces puestos», detallaron los pequeños Estela y David González disfrazados de hada y súper héroe junto a su madre Evelyn Mateo, vestida de la mujer elástica.

Desde la organización celebraron la fluidez del reparto y el buen comportamiento de los asistentes. «La gente se ha repartido bien a lo largo de todo el recorrido y no ha habido colapso. Esta ubicación favorece que todo sea más fluido y nos gusta más que el auditorio porque el parque Torre Ramona es más céntrico y es un punto neurálgico para los peñistas», confesó Vicente Muñiz, Gorka, voluntario de Interpeñas e integrante de la Vaquillera.

Poco después de caer la noche dio comienzo una verbena de la mano de la Orquesta Oceanic, que se desarrolló desde las 19.00 hasta las 00.00 en una carpa aledaña. «Hemos venido con los nietos y cuando los recojan sus padres nos quedaremos un rato a la verbena», comentaron entre risas José María Burillo y María Jesús Usón, dos vecinos zaragozanos.

El espacio habilitado para la música no tardó en llenarse de jóvenes y mayores ya con sus bocadillos en la mano. «Este año hemos hecho a nuestros hijos de la peña. Nos quedaremos a la verbena, pero solo un rato porque mañana hay cole y además tenemos que acabar de preparar los disfraces de pirata del circo para el desfile del domingo por la tarde», manifestó Juan Carlos Rodríguez, padre de dos niños.

Los actos del Carnaval continuarán esta tarde a las 18.00 horas con el pasacalles de música y baile tradicional organizado por la asociación Laqtspera. El recorrido comenzará en el Balcón de San Lázaro y finalizará en la plaza San Felipe. Colaborarán con la música también los Gaiteros del Rabal, Voira de Albada, Bucardo, Chufladors, GAitagos, la Quinta del Sordo y la Escuela Municipal de Música y danza de Zaragoza. Por la noche habrá otra verbena en la carpa del parque Torre Ramona a partir de las 22.00 con música en vivo y fiesta pinchadiscos hasta las 04.00 horas.