El 19,11% de la flota de autobuses urbanos de la capital aragonesa ha dejado de circular como consecuencia de la aplicación de los horarios de verano, que desde ayer afectan a las líneas 23, 30, 32, 33, 39 y 42. De los 268 autobuses que funcionan habitualmente, se ha pasado a 225 vehículos para los días laborales de verano. Los sábados la flota se ha reducido de los 213 autobuses del resto del año a 193, y los días festivos de 180 a 162. Las líneas 28, 41, 43, 45, 50, 51 y C-1 no se han visto recortadas, por ser servicios que normalmente ya cuentan con un reducido número de autobuses. Las restantes líneas iniciaron sus ajustes de verano el 1 de julio.