El recrecimiento del embalse de Yesa sigue cubriendo etapas. Una vez expropiadas las tierras aledañas al futuro vaso del pantano les ha llegado el momento a los inmuebles existentes en sus cercanías. Sus propietarios acababan de recibir una comunicación por carta, remitida por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), para advertirles de que deben entregar las llaves de las casas expropiadas el próximo 18 de octubre.

Las propiedades afectadas se sitúan en donde se prevé la construcción de un muro con el fin de contener una lámina de agua entre esta pared de contención y el pueblo. De esta forma se protegerá la autovía A-21, que discurre en sus inmediaciones.

Chunta Aragonesista, que se opone a esta obra hidrológica por su impacto en los pueblos afectados y en la naturaleza, calificó ayer de «gravísimas» las afecciones que causarán las obras de recrecimiento del embalse de Yesa a los vecinos del municipio de Sigüés, a los que ya fueron expropiadas sus tierras.

Los aragonesistas consideran que hubiera sido «razonable» llevar a cabo la construcción del muro «en último lugar» al no estar ejecutado en su totalidad el tramo de la autovía A-21 que atravesará la zona inundable. Además, denunciaron que para la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la ocupación y derribo de las viviendas es la «prioridad».

AFECCIONES

Destacaron que el entorno de Sigüés se verá muy afectado al prever el proyecto la canalización del río Esca y de todos los barrancos sistema. Asimismo, señalaron que el «grave problema» que se deriva de la construcción de muro, obra que «obligará a elevar las aguas fecales a pesar de no contar el municipio con depuradora».

La recepción de las cartas ha causado una gran conmoción en Sigüés, que ha visto cómo su término perdía numerosas hectáreas, primero con la construcción de la autovía A-21 entre Pamplona y Jaca y ahora con el recrecimiento del embalse de Yesa.

La asociación Río Aragón, que se opone al agrandamiento del vaso del pantano, manifestó ayer que desconocía este nuevo trámite y en parecidos términos se expresó Coagret, la entidad que agrupa a los pueblos afectados por grandes obras hidráulicas.

El proyecto de recrecimiento de Yesa data de los últimos años del franquismo. En el casi medio siglo transcurrido desde su primera formulación, los pueblos afectados por la obra han perdido numerosas oportunidades de desarrollo, además de perder las tierras agrícolas en las que se basan sus recursos locales.