El cernícalo primilla, todo un símbolo de la estepa aragonesa en peligro de extinción, vive un proceso único de regeneración gracias a la restauración de los llamados mases . Unas edificaciones tradicionales de uso agrícola que la especie en Aragón utiliza como lugares exclusivos para su reproducción. Esta situación privilegiada que vive la comunidad es una de las conclusiones del VI Congreso Nacional del Cernícalo Primilla, que por primera vez se está celebrando en Zaragoza, desde el viernes hasta hoy, con la participación de 110 expertos.

El Falco Naumanni es un pequeño halcón migrador, de 29 a 32 centímetros de longitud y de 90 a 200 gramos de peso, que se alimenta de pequeños invertebrados, roedores y reptiles. Abundante en toda Europa hasta mediados del siglo XX, sufre ahora un peligroso declive.

No obstante, en España se centra más del 50% de la población europea. Y en Aragón, gracias a la intervención directa del Gobierno aragonés y las subvenciones a los propietarios para reparar los mases se han logrado una recuperación considerable, sobre todo en Los Monegros.

PROGRAMA LIFE Los datos facilitados por el Departamento de Medio Ambiente revelan que de los 80 a cien nidos censados en 1988 se ha pasado a las más de mil parejas nidificantes en el 2003. El éxito se debe al Plan de Conservación del Hábitat, puesto en marcha por la DGA en el año 2000 y pionero en Europa. Un plan subvencionado con un Programa Life, dotado con 1.050.054 euros (más de 170 millones de pesetas) para el cuatrienio 2000-2004.

La clave, afirman sus responsables, ha sido mantener las características tradicionales de estas casas agrícolas, a las que se ha añadido una teja especial para facilitar la ubicación del nido. Se da la circunstancia de que sólo es en Aragón donde el cernícalo primilla nidifica en estas construcciones aisladas. Ya que en la península lo hace en muros y tejados de entornos urbanos.

En la ponencia que esta mañana leerá Manuel Alcántara de la Fuente, jefe de la sección de Especies Catalogadas de la DGA, se informa que la Administración ha rehabilitado de manera directa ocho colonias de nidificación y otros 26 edificios se han restaurado mediante la participación de los propietarios. En cuanto a las ayudas, han experimentado un incremento espectacular, pasando de 7-8 en el 2001 y 2002, a cerca de 30 en el 2003. Las previsiones del 2004 son restaurar doce mases y subvencionar a 40 particulares.

No obstante, Alcántara advierte de los peligros que acechan, como los cambios en los modos agrícolas, la proliferación del regadío, los venenos o la dificultad de protección de los lugares de nidificación por ser propiedad particular.

El Espacio Baltasar Gracián de Zaragoza ha servido durante tres días de escenario para un debate que concluye este mediodía. Unas ponencias presentadas por expertos llegados de Doñana, de las lagunas de Villafálilla (Castilla y León), Córdoba, Cuenca, Guadalajara, el valle de los Alorines (Alicante), Jaén, Madrid o Cataluña. Porque la reintroducción de este ave abarca incluso a la Alhambra de Granada.