La red de refugios de montaña gestionados por la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) registró cerca de 94.000 pernoctas en 2016, un 9 % más que el año anterior.

Con la reciente incorporación de Cap de Llauset, suma doce refugios, dos albergues y dos escuelas de montaña.

La ocupación de los refugios gestionados por la FAM aumenta año tras año confirmando una positiva tendencia, según señala la FAM en una nota de prensa.

En el año 2016 los dieciséis establecimientos gestionados por la FAM recibieron un total de 93.826 pernoctas, lo que supone un incremento de casi 8.000 usuarios respecto a los registrados en 2015 y un récord histórico de ocupación.

Estos datos se refieren a los refugios de montaña Ángel Orús, Casa de Piedra, Estós, Góriz, Ibones de Bachimaña, La Renclusa, Lizara, Pineta, Rabadá y Navarro, Respomuso, Riglos y el nuevo de Cap de Llauset (Montanuy); a los albergues Montfalcó y Morata de Jalón y a las escuelas Refugio de Alquézar y Escuela de Montaña de Benasque.

Como viene siendo habitual los refugios que sirven de base para las ascensiones a los picos más emblemáticos del Pirineo vuelven a ser los que acumulan el mayor número de pernoctas encabezados por Góriz, ubicado a los pies del Monte Perdido, seguido por La Renclusa, con un registro muy similar y, a más distancia, los de Ángel Orús, Casa de Piedra, Bachimaña y Respomuso.

Otra constante es la temporalidad de la ocupación. Los meses de verano son los que concentran el mayor volumen de pernoctas, manteniéndose estable la ocupación durante el resto del año con incrementos en primavera y en otoño, informa la FAM.

Para este año 2017 ya hay nuevos retos sobre la mesa como la instalación de un nuevo programa de gestión, la formación de los guardas o el Entrepyr-II.