Un ordenador, una plataforma digital y una base de mapas se convirtieron ayer, durante 24 horas, en las herramientas básicas para redescubrir Malí y ampliar su información cartográfica con datos que, hasta ayer, se desconocían. Nuevas viviendas, puentes, carreteras y presencia de vidas humanas fueron halladas por las más de cien personas que participaron en el mapatón organizado por el Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza.

¿El objetivo? Cumplir con un proyecto humanitario internacional puesto en marcha por Médicos Sin Fronteras (MSF) para llevar atención a estas zonas desconocidas que, tras el acto en el campus público, ya están datadas. De hecho, al tratarse de una plataforma libre, los datos ya son visibles una vez que han sido verificados por miembros de MSF.

«Se trata de datos que nos permiten coordinar mejor, por ejemplo, campañas de vacunación o de alimentación en zonas rurales desconocidas o que, por cuestiones de conflicto, son de difícil acceso», dijo Raquel Gonzalez, delegada de MSF en Aragón.

«Malí es una zona muy desértica y nos consta que es una zona que no está del todo mapeada. También se dan situaciones en países donde no podemos acceder, por algún conflicto, y gracias a este mapeado podemos actuar y avisar a los hospitales más cercanos de que hay gente cerca a quien atender», dijo.

Este tipo de acciones colaborativas se centran en zonas en vías de desarrollo donde la atención humanitaria es necesaria. Miguel Sevilla, profesor del departamento y coordinador del mapatón, se mostró muy satisfecho por la respuesta a este acto solidario. «Estamos muy contentos. La acogida ha sido muy buena y todos los grupos están llenos», dijo. «Trabajamos sobre lo que sería una wikipedia de los mapas, que se pueden editar, y ahí volcamos la información. Caminos, asentamientos o casas se pueden descubrir por primera vez y dar un gran paso en las ayudas», añadió Sevilla.