La progresiva reducción del paro no está trayendo consigo una disminución de la brecha salarial entre hombres y mujeres en Aragón, dado que estas siguen cobrando de media unos sueldos que son un 25% inferiores a los de sus compañeros masculinos. Mientras ellos perciben 21.994 euros al año, ellas salen por 16.448.

Esta es la principal conclusión del informe anual del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) sobre la situación de las féminas en la comunidad y que ayer fue presentado en la sede de la central obrera en Zaragoza, con motivo de la celebración del día contra la brecha salarial.

«El informe tiene como principal razón de ser visibilizar lo que hay detrás del 8-M y la situación de la mujer en el mercado laboral», explicó Manuel Pina, secretario general de CCOO en Aragón, que subrayó que «en todos los casos, los datos referentes a las mujeres son mucho peores que los de los hombres».

MENOS PROMOCIÓN

Así, según Pina, las empleadas no solo perciben sueldos más bajos, sino que además las condiciones en las que desarrollan su labor son peores y también tienen menos ventajas cuando, por el motivo que sea, dejan de trabajar en una empresa. «No solo hay una discriminación salarial, sino que también la hay a la hora de la promoción laboral», insistió el máximo responsable de CCOO en Aragón.

Elena Pérez, secretaria de Igualdad y Juventud en CCOO, recalcó que «la pobreza tiene rostro de mujer». Una afirmación que se sustenta en numerosas constataciones, en particular en las cifras del paro, pues mientras que en Aragón hay 31.600 hombres desempleados, el número de féminas es de 35.800.

Además, las mujeres acaparan la jornada parcial: un 78,5% frente al 21,5% de los trabajadores. Asimismo, solo un 39,1% de ellas realiza jornadas completas, muy por debajo del porcentaje de hombres, que se sitúa en el 60,9%.

Entre otras cosas, el informe sindical revela que las excedencias por cuidados de familiares siguen siendo casi un monopolio de las mujeres. De hecho, de las 2.194 que se solicitaron en Aragón en el 2018, a ellas les correspondieron 1.955 y a los hombres solo 239. Por si fuera poco, el estudio demuestra que el 26,9% de las mujeres que poseen un contrato a tiempo parcial lo han solicitado para poder dedicarse al cuidado de niños, adultos, enfermos o incapacitados, así como a otras obligaciones familiares. Este tanto por ciento, en el caso de los hombres, es del 6,8%.

«Ni siquiera con pleno empleo se solucionaría la brecha salarial», manifestó Elena Pérez, que hizo hincapié en que no es un problema de formación, dado que, con la misma preparación que los hombres, las mujeres registran más paro en todos los niveles de estudio, desde Primaria y Secundaria a la enseñanza superior.

En este sentido, Manuel Pina aseguró que, de alcanzarse un nuevo salario mínimo de más de 1.000 euros, se daría un gran paso hacia la superación de la brecha en los sueldos, aunque fuera desde abajo, «ya que la gran mayoría de las personas que perciben estos ingresos son del sexo femenino».