Los afectados por el ruido de los aviones en los distritos del sur de Zaragoza esperan todavía que la Base Aérea ponga en práctica las medidas correctoras a las que se comprometió en el verano del 2003 para minimizar el impacto acústico de las naves. Pese a que los mandos militares prometieron entonces potenciar la pista sur, la más alejada de la ciudad, a lo largo de este año ha permanecido inoperativa por problemas técnicos. Asimismo, se siguen realizando vuelos en torno a la medianoche, pese a que el Ejército dijo a los afectados que se intentaría adelantar el horario de los ejercicios nocturnos para no interferir en el descanso de los ciudadanos.

Representantes de los distritos de Casablanca, Oliver-Valdefierro, Garrapinillos y Venta del Olivar visitaron ayer la Base Aérea de Zaragoza para encontrarse con el jefe de las instalaciones, el general Manuel Benjumeda, y el teniente de alcalde de Participación Ciudadana, Antonio Becerril. El objetivo era, además de conocer las dependencias militares y datos técnicos acerca del corredor aéreo y las maniobras que realizan los aviones, analizar los avances que se han producido para minimizar el impacto acústico desde la primera reunión mantenida en el verano del 2003.

Así, en un clima "agradable y cordial", los afectados preguntaron por la potenciación de la pista sur y el adelanto de las maniobras para evitar que se efectúen a medianoche. "Nos han explicado que la pista más alejada de la ciudad ha estado inoperativa por problemas con el asfalto que de aquí a fin de mes se resolverán. No obstante, también nos han dicho que se necesita una buena inversión en señalización e infraestructura si se quiere potenciarla tanto militar como civilmente", recordó José Angel Ramírez, secretario de la Asociación Los Sauces de Montecanal.

En un comunicado oficial redactado tras la reunión, se aseguró que la Base "ha intensificado los esfuerzos para trasladar la mayor parte de los despegues y aterrizajes" aunque también se reconoció que los desvíos se realizan "siempre que las condiciones técnicas y meteorológicas lo permiten".

La medida que sí se ha puesto en práctica, según explicó el general Benjumeda, ha sido la eliminación de las maniobras más ruidosas, las conocidas como tráfico corto en las que el avión se aproxima a la pista de aterrizaje y despega rápido.

En la reunión se renovó el compromiso de reducir el impacto acústico, aunque después de un año sin avances importantes, los afectados no se muestran optimistas.