Desde el pasado 27 de marzo todos los parques de Zaragoza permanecen cerrados al público como medida sanitaria ante la pandemia del covid-19. A pesar de ello, un hombre de 49 años decidió este miércoles saltarse esta restricción e incluso amenazar con una pistola a los agentes de la Policía Local que fueron a pedirle explicaciones. Tuvo que ser reducido con disparos intimidatorios.

Los hechos por los que acabó siendo arrestado J. A. P. L. tuvieron lugar sobre las 11.15 horas en el parque de los Poetas, en el barrio del Actur. Una patrulla municipal que realizaba un servicio de seguridad ciudadana por la zona observó que este hombre se hallaba dentro de este espacio público.

Los agentes se le aproximaron para ver qué hacía ahí y en ese momento observaron cómo se desabrochaba la cazadora y se llevaba la mano a la zona lumbar, en una actitud sospechosa.

Los dos policías le pidieron varias veces que levantase las manos pero él hizo caso omiso. Tras varios requerimientos y mientras pedían el apoyo de otras patrullas del 092, uno de los agentes se percató de que lo que ocultaba una pistola. Acto seguido, J. A. P. L. sacó el arma y apuntó a uno de los funcionarios, momento en el que otro efectuó dos disparos a una zona de tierra próxima al hombre armado con la intención de que depusiese su actitud y también para evitar que los proyectiles rebotaran e hirieran a esta persona.

La reacción del vecino fue decirle: «Me da igual lo que me digas, mi vida no me importa nada». A pesar de ello, se volvió a guardar la pistola en la cintura, momento en que los agentes lo redujeron, sin que nadie sufriera lesiones. Después, se percataron de que el arma era simulada.

El detenido fue puesto a disposición de la Policía Nacional para que investigue los hechos, entre otros la procedencia del arma. Será no solo imputado por un delito de atentado a agentes de la seguridad, sino que también fue sancionado por no cumplir el real decreto de estado de alarma.

DESOBEDIENCIA

Por otro lado, la Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en la provincia oscense por presuntos delitos de desobediencia grave por incumplir reiteradamente las medidas y restricciones de circulación del estado de alarma para salir a dar un paseo en pareja, a fumar o por pasear simulando haber realizado una compra.

En todos los casos, los agentes pudieron comprobar que no era la primera vez que la Policía les sancionaba por no cumplir el confinamiento. En uno de ellos, la mujer llegó a mostrarse agresiva con los polícías. Tuvieron lugar estos arrestos en las ciudades de Jaca y Huesca.