Andorra va a dar un ejemplo de democracia asamblearia al resto de Aragón. El ayuntamiento ha tomado la decisión de preguntar a sus vecinos si les parece bien que las fiestas locales, en honor de San Macario, se hagan coincidir con el fin de semana más cercano, con el fin de favorecer la afluencia.

Se trata en realidad de una iniciativa popular, ya que en noviembre del año pasado el consistorio recibió mil firmas, aproximadamente, de andorranos que se pronunciaban a favor de cambiar los días de la celebración, que generalmente tienen lugar la segunda semana de septiembre, en torno al día 9 de ese mes, festividad de San Macario.

En el ayuntamiento, la responsable de festejos, Davinia Gallego, considera que hay que dar respuesta a la demanda popular y que son los propios andorranos quienes deben dirimir la cuestión.

El cambio de fechas, si realmente se aprueba en referéndum, tendría un buen efecto sobre la economía local. En primer lugar se beneficiaría el sector servicios, desde bares y restaurantes a comercios, sin olvidar los alojamientos. Además, de esta forma se facilitaría la llegada de andorranos que, por motivos de trabajo, viven en otras localidades.

APROBACIÓN Andorra no es un caso aislado. Varias localidades turolenses han optado por cambiar de fecha sus fiestas patronales, casi siempre porque caen en días en que apenas puede haber visitantes, al no coincidir con los periodos de vacaciones que salpican el calendario.

En cualquier caso, el cambio de San Macario no se registrará este año. Las fiestas se preparan con mucha antelación y ya están contratadas muchas actuaciones.

Por eso este año las fiestas empezarán en domingo y terminarán en miércoles, es decir, un día en que no podrá haber apenas gente, al margen de los propios vecinos. Pero lo ideal sería que los festejos tuvieran lugar de viernes a domingo (siempre son cuatro días), sacando así el máximo provecho al fin de semana.

No es solo cálculo comercial. Las fiestas de Andorra llevan fama mucho más allá de su término municipal por las novilladas, que atraen a un numeroso público. Celebrarlas en fin de semana garantizaría su éxito y satisfaría a los aficionados de fuera de la localidad, piensan en el ayuntamiento.

De todas formas, el gran cambio de San Macario ya se produjo al trasladar el día del mes de enero, que es cuando le corresponde según el santoral, al mes de septiembre.

Todavía no se ha decidido cómo se formulará la pregunta sobre las fiestas, pero los vecinos tendrán que elegir entre el sí y el no al cambio de fechas. A continuación, en el caso de que la propuesta salga adelante, deberá ser aprobada por el Gobierno de Aragón, como paso previo al visto bueno del Gobierno de la nación.

TODO PREPARADO Por otro lado, el equipo de Sofía Ciércoles, la alcaldesa, se propone que la consulta se verifique, a ser posible, dentro de la actual legislatura. O que, al menos, el proceso se encuentre ya muy avanzado cuando se renueven los ayuntamientos, de forma que el próximo consistorio se encuentre con que el camino está totalmente allanado para llevar a cabo la votación popular.