La avenida Cataluña de Zaragoza está de estreno, aunque no sea completo. La primera fase del proyecto de remodelación integral, que comprende desde el puente del ferrocarril en dirección Huesca hasta la calle Ríos de Aragón, está a punto de finalizar. Son solo 345 metros y en el lado de los números impares de esta kilométrica vía que une el centro con Santa Isabel y que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiere reformar a toda costa y agilizar las obras antes de las próximas elecciones.

Está previsto que se reabra al tráfico el 14 de agosto, después de seis meses de obras que han requerido de una inversión de 590.440 euros y que son solo un espejismo de lo que será esta avenida: «una zona consolidada», aventuró el alcalde, Pedro Santisteve, que ayer visitó junto al concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, la zona.

Para que esto suceda se necesitan dos cosas: que el Ministerio de Fomento ceda la totalidad del vial y financiación. En el primer caso, el alcalde informó que solicitarán un encuentro con el nuevo ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para recordarle los asuntos pendientes con la ciudad y acelerar el traspaso de competencias para iniciar, así, la reforma integral. El primer paso ya se ha dado, la redacción del proyecto, que ya está en marcha.

FINANCIACIÓN

En cuanto a la financiación, el responsable de Urbanismo explicó que el ayuntamiento dispondrá de los 9 millones necesarios. A los 1,5 millones que el Estado -con el PP al frente- se había comprometido a invertir, hay que añadir otro millón más. Por otro lado, «gran parte de la obra la devolverán las juntas de compensación en dinero, hasta llegar al 90%», explicó. Otro de los problemas que tendrán que resolver serán los que deriven de la expropiación de suelos.

Los planes de edificación también reportarán ingresos a las arcas públicas que serán utilizados. La urbanización no será tarea fácil por la complejidad de los suelos, especialmente desde el cruce con la Z-30 hasta el puente del río Gállego. En el caso de la acera norte, la mayoría de los solares corresponden a pequeños sectores de suelo urbano no consolidado cuyos planes especiales (necesarios para su desarrollo urbanístico) y sus proyectos de urbanización (para que se pueda construir en sus diferentes parcelas) se hicieron entre el 2008 y el 2010 y, con el estallido de la crisis, acabaron paralizados. Ahora se está reactivando.

Por ejemplo, ya se han iniciado los trámites para construir 69 viviendas, de las que 33 serán VPA, en un solar que se encuentra antes de llegar a las vías del ferrocarril.

Por ahora, los vecinos disponen ya de un carril bici bidireccional de 345 metros de largo y 1,5 de ancho, farolas de diferentes alturas, aceras anchas entre los 8 y 11 metros, adornadas con 42 árboles -que se plantarán en octubre- y en las que no habrá que esquivar los postes de madera, así como nuevas paradas de autobús. Un adelanto de lo que será la avenida algún día.