La Universidad de Zaragoza ha adjudicado por 18,9 millones de euros la ejecución de las obras de reforma de la Facultad de Filosofía y Letras, cuyos trabajos está previsto que comiencen en septiembre y que se prolonguen durante 36 meses. El contrato con la Unión Temporal de Empresas de FCC Construcción, FCC Infraestructuras energéticas, la constructora pirenaica Copisa y Estructuras Aragón se ha fijado un 17% por debajo de los 23 millones de euros previstos en la licitación.

Las obras permitirán que se rehabilite el edificio histórico de la facultad, que se derribe el pabellón de Filosofía y que se sustituya por un nuevo inmueble, diseñado por Magén Arquitectos e Ingeniería Torné, que contará con instalaciones de «gran eficiencia energética», según indicaron ayer fuentes de la Universidad de Zaragoza.

En ese sentido, la nueva construcción poseerá una envolvente térmica que reducirá las pérdidas de calor en invierno y que favorecerá la refrigeración durante el verano, ya que contará con un sistema de patios centrales y de doble piel que disminuyen la temperatura.

El inmueble integrará paneles solares híbridos, capaces de suministrar agua caliente y energía y un sistema de depósitos estacionales para guardar los excedentes de agua, así como una estructura de tubos canadienses que, según la institución académica, permitirá renovar el aire exterior que se inyecta en el edificio.

Asimismo, la nueva construcción estará dotada de aislamiento de corcho, ladrillos cerámicos y una cubierta vegetal diseñados para favorecer la sostenibilidad medioambiental.

NOVEDADES

Entre las innovaciones tecnológicas, el edificio incorporará un sistema de monitorización que permitirá su uso inteligente, por ejemplo, a través de la autorregulación de la iluminación natural existente.

La reforma también supondrá la urbanización del entorno de la facultad, donde se ubicarán puntos de recarga de vehículos eléctricos y sistemas de aparcabicis que garanticen la movilidad sostenible.

El traslado comenzó hace tiempo. La mayor parte del profesorado ya está instalado en la vieja Facultad de Educación, en la calle San Juan Bosco. También el personal de secretaría ha hecho su traslado. Los últimos en abandonar el edificio serán los docentes del departamento de Geografía.