La remodelación del estadio de la Romareda podría convertirse en un tema central del debate político en los escasos siete meses que restan de legislatura. No era hasta ahora una prioridad para el equipo de Gobierno socialista, ni lo es en un contexto marcado por las necesidades de cada vez más familias en la capital aragonesa. Pero los problemas económicos del Real Zaragoza y su petición de ayuda institucional, han reabierto la puerta a zanjar una cuestión que será urgente en el plazo de cinco o seis años para el consistorio: el lamentable estado de conservación del estadio y sus deficiencias.

Así, el PSOE ha visto la oportunidad de dejar atada antes de los próximos comicios una remodelación que, en lo foto final, suponga una inversión para un equipamiento que es de su propiedad, a coste cero para las arcas municipales y para acabar cediéndole la explotación al club y así ayudarle a subsistir.

PRONTA EJECUCIÓN Un imposible para cualquier ciudadano de a pie que se pasee por las inmediaciones del estadio solo pensar que ese club que copa las portadas por sus problemas económicos y con Hacienda pueda estar interesado en esta jugada.

Pero para el consistorio es de pizarra y podría ejecutarse de forma casi inmediata. Bueno, cuando los responsables de la Fundación Zaragoza 2032, los que manejan los designios de la entidad desde este verano pasado, decidan.

USOS COMERCIALES El consistorio ya tiene un proyecto de reforma para el estadio municipal, valorado en unos 25 millones de euros, que permitiría, no solo arreglar sus ya deterioradas cubierta y fachadas, sino también habilitar miles de metros cuadrados para usos comerciales incrustados en la estructura del campo. Ni siquiera haría falta una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad para permitirlo.

A estos espacios se sumarían las cuatro plantas del viejo edificio de la Gerencia, con unos 4.000 metros cuadrados cada una, que ya fueron cedidos a precario al club. La razón de este caramelo es explotar toda la edificabilidad que el PGOU permite para usos terciarios. Una utilización que el club tendría en su mano para comercializar durante un plazo de 50 años, ya que, como ya adelantó EL PERIÓDICO, el alcalde Juan Alberto Belloch ya se lo ofreció a la fundación en una reunión celebrada en Madrid.

Pero al margen de las posibilidades de negocio a futuro que esto podría suponer, por la gestión y explotación de esos espacios, para la entidad zaragocista además, en estos momentos, este proyecto representaría un activo importantísimo para futuro. Bien para generar nuevos ingresos o para acudir a las entidades financieras en busca de crédito. Al fin y al cabo, para el ayuntamiento esta es una inversión que el club puede recuperar fácilmente en las próximas cinco décadas. Y a corto plazo puede ser un salvavidas más importante que una ayuda económica.

Mientras, para el Gobierno de la ciudad, esta ocasión también se mide en términos de oportunidad política. En la composición actual de la corporación, no es difícil pensar que Chunta secundaría esta propuesta, ya que se abandonaría definitivamente la idea de levantar un nuevo estadio para retornar a una remodelación del actual que la justicia paralizó en el 2006 el mismo día en que comenzaban las obras. El PP será complicado que no se alinee a favor de poner a salvo al club si además esto no significa gasto de las arcas públicas. Así que el rechazo de IU tampoco sería impedimento en una hipotética votación.

El problema para el PSOE, en realidad, es la propia Fundación 2032 y su voluntad de llegar a acuerdos. De momento, no quisieron hacer valoraciones a este diario sobre la posibilidad de invertir en esta reforma del estadio. Pero, según fuentes municipales, su intención es que sea el ayuntamiento quien asuma ese coste. No es baladí que sin obras, el valor de este activo es insuficiente, tanto a 10 años de cesión como a 50.