La Hermandad del Refugio atendió el año pasado a 802 familias entre las que había 291 niños, de los que 184 eran bebés. Estos son los datos principales de la memoria de actividades que presentaron ayer y con la que evidenciaron que la crisis social sigue latente. En este sentido, reclamaron más apoyo institucional porque, a pesar de que la generosidad de las personas es incontestable, no ocurre lo mismo con las ayudas públicas «que lamentablemente cada año son menos», aseguró el hermano mayor, Santiago Sánchez Jorcano.

Esta Semana Santa volverán a realizar su tradicional cuestación con fines benéficos, bajo la campaña Ayúdanos a ayudar. El año pasado ayudaron a más de 800 familias, a las que repartieron más 214.174 kilos de alimentos, valorados en 442.280 euros, explicó el hermano mayor.

Se mostró confiado en que la campaña será un éxito. «Espera mos que los donativos sean lo más generosos posibles. Lo serán porque esta ciudad es una auténtica maravilla y cada vez que necesitamos una cosa estamos con ello», destacó.

El hermano mayor hizo hincapié en la necesidad que tiene el Refugio de sumar más voluntarios para que la Hermandad pueda mantenerse. «Sin voluntarios en esta casa sería inviable mantener estos servicios» que pasan tanto por acoger a transeúntes, atender a infantes, proporcionar comidas y consultas, entre otros.

Sánchez cuestionó los análisis de los grandes economistas en los que se vende una mejora de la situación del país. «Yo no voy a decir que hemos salido de la crisis, para nosotros no ha sido así, seguimos manteniendo nuestro índice como el año anterior, quiere decir que hemos mejorado poco respecto a las personas que nosotros tenemos», por lo que reclamó más apoyo institucional para hacerle frente.