Los libros de subcontratación resultan fundamentales para determinar qué empresas efectuaron realmente trabajos para la UTE Plaza liderada por Acciona, en qué fechas y de qué tipo. Y el cruce de su contenido con las facturas intervenidas en los registros y aportadas por la constructora madrileña, así como con los datos del IVA que maneja la Agencia Tributaria, permitirán discriminar si en las obras de urbanización de la plataforma logística hubo trabajos ficticios, quién cobró por ellos y cuánto dinero recibió.