El próximo sábado (Príncipe Felipe, 18.30 horas), el Foticos Zaragoza tiene la cita más importante de su historia. Comienza, ante el Playas de Castellón, el playoff por el título de Liga. Es la primera vez que este club, fundado en 1987, se enfrenta a semejante empresa, pero no lo será para tres de sus integrantes, que ya saben lo que es celebrar un título liguero. Santi Herrero, Jaime Monjonell y José Mari Olmos formaban parte, hace ya ocho años, del equipo más importante que ha tenido el fútbol sala zaragozano, el Pinturas Lepanto.

Un poco más de experiencia tenía Juan Gómez, Galo , buque insignia de un proyecto y de un deporte que vivió, a principios de los noventa, una época gloriosa. "Fueron los mejores momentos deportivos de mi vida", afirma, con rotundidad, Galo. "Ningún equipo en Zaragoza había ganado nunca una Liga y nosotros tampoco partíamos como favoritos", rememora el excapitán.

Recuerdos

Es fácil recordar el éxito, los buenos momentos. 12.000 personas abarrotando el Príncipe Felipe, una victoria ante el todopoderoso Interviú, un título de Liga. "Siempre había buena entrada en el pabellón. Cuando ganamos el segundo partido sabíamos que, tanto por nuestra forma de jugar como por el apoyo de la gente, no se nos iba a escapar el tercero, como así fue", explica Juan.

Sus compañeros en aquella gesta, Santi, José Mari y Monjonell, sobreviven al paso de los años y continúan dando lo mejor de sí mismos en el Foticos, pero la comparación entre este y aquél equipo es complicada. "Nosotros veníamos de ganar una Copa y una Supercopa, mientras que el Foticos ha tenido unas temporadas de altibajos", dice Galo, que, sin embargo, cree que el conjunto actual parte con la ventaja de haber alcanzado unos logros con los que no contaba, por lo que, a partir de ahora, no tiene nada que perder.

"Con lo que han hecho hasta ahora pueden quedarse más que satisfechos", asegura el exjugador, que, desde la experiencia, recomienda al Foticos que juegue tranquilo, con serenidad y con la confianza necesaria en sí mismos y en sus méritos. "La confianza es lo más importante. El año que ganamos la Liga, viajábamos pensando por cuánto íbamos a ganar al rival", dice Galo.

Paco Ledesma también formó parte del equipo que fue campeón de Copa, aunque no pudo celebrar el título de Liga con el Pinturas Lepanto. Uno de los grandes recuerdos de aquella temporada es el graderío del Príncipe Felipe lleno. "Cuando hablabas con jugadores de otros equipos, te decían que les intimidaba jugar en Zaragoza porque había siempre una gran entrada". Ledesma confía en que el sábado, la afición volverá al pabellón zaragozano.