La reina Letizia entregó ayer las medallas de oro de Cruz Roja en la capital aragonesa con motivo de la celebración del Día Mundial de la institución humanitaria y de la Media Luna, que conmemora el aniversario del nacimiento de su fundador Henry Dunant. Este año, los galardones dorados fueron para seis personalidades, instituciones y empresas que destacaron por su esfuerzo, solidaridad y compromiso social.

El evento, celebrado en el Auditorio de Zaragoza, reunió a más de 800 asistentes, entre los que se encontraron el presidente de Aragón, Javier Lambán, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, y el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, así como el presidente de la Cruz Roja Española, Javier Senent, y diversas personalidades y autoridades públicas.

La sala Mozart se tiñó de rojo y blanco con los chalecos que lucieron los más de 300 voluntarios invitados que, antes de empezar el acto, se hicieron una foto de familia para conmemorar su compromiso social y su labor solidaria.

Los premiados de ayer fueron el violinista Ara Malikian, la coordinadora de centros y servicios para personas sin hogar de Zaragoza, el fotógrafo Gervasio Sánchez, la gestora cultural Inés Enciso, la Cruz Roja mexicana y la asociación de operadores móviles a nivel mundial (GSMA).

Bajo el lema Por Humanidad, se pretende situar a la persona como centro de toda su labor, la persona vulnerable y la voluntaria y solidaria.

Tras la entrega de las medallas, Letizia comenzó su discurso con los versos recitados al inicio del acto por la poeta asturiana Amanda Granda. Asimismo, recordó su viaje Mozambique. «Quienes formaban parte de la expedición utilizaban el idioma internacional del cariño para ayudar a los de su alrededor», manifestó la monarca, quién añadió que «se trata de ayudar, escuchar, empatizar, dar soluciones, tender puentes y afrontar juntos las adversidades». En la misma línea, la Reina insistó en la idea de que «se trata de ser humanos».

Por su parte, el presidente de la Cruz Roja de España declaró que «nos alarma cualquier persona que esté en riesgo de vulnerabilidad». De igual modo, Senent destacó que el reto de Cruz Roja pasa por dirigir todos sus esfuerzos para llegar a lugares en los que todavía hay personas vulnerables que puedan estar pasando desapercibidas y de movilizar a la sociedad para atender sus necesidades.

En nombre de los premiados, la directora general de GSMA, Therese Jamaa, agradeció el reconocimiento de una institución que «es una referencia mundial en defensa de los derechos de la humanidad, un movimiento humanitario que siempre está cuando y donde se necesita».

El acto concluyó con la actuación del violinista Ara Malikian, quién quiso pronunciar unas palabras de agradecimiento por la entrega de la medalla de oro. «Para los que hemos vivido una guerra, vosotros sois nuestros superhéroes», expresó emocionado haciendo referencia a las personas «vestidas de blanco y rojo» que ayudaron en Líbano cuando él era pequeño.

Tras la ceremonia, la Reina mantuvo un encuentro en privado con los galardonados. Sin embargo, la monarca quiso salir al patio común para hacerse fotos con los asistentes antes de abandonar el recinto donde le cantaron una jota personalizada.