La reanudación de las obras de la rotonda de la estación de Delicias provocó ayer el atasco de la avenida Navarra. Centenares de vehículos que pretendían acceder a la ciudad sufrieron las consecuencias de la supresión de dos de los cuatro carriles existentes en la confluencia con la calle Rioja, situación que intentó aliviar la Policía Local regulando el tráfico a lo largo de la jornada.

Las retenciones más severas se reprodujeron en las horas punta, aunque no llegaron a los extremos de otras obras sufridas en la capital aragonesa, según apuntaron los propios agentes.

El concejal de Movilidad Urbana, Jesús Sarría, confió en que se puedan reducir las afecciones en los próximos días con el tradicional descenso estival del tráfico, que podría ser de entre el 40% y el 50%. También aconsejó a los conductores que accedan a la ciudad por otros puntos en los tres meses de trabajos.

PLANIFICACION Sarría enfatizó que las molestias serán las mínimas posibles, dado que las obras se han planificado en verano para que no coincidan con las puntas de tráfico provocadas por las rutas de transporte escolar. Además, recordó que no se llegará a cerrar ninguno de los sentidos de la avenida Navarra a lo largo de las obras, cuya ejecución se ha divido en tres fases.

El concejal socialista quiso dejar muy claro que esta obra es imprescindible para garantizar una entrada viaria digna a la estación de Delicias. El PP inauguró la terminal ferroviaria hace más de un año, en campaña electoral, con sólo uno de los cuatro accesos diseñados y, encima, en precario.

La sociedad estatal del AVE (GIF) dejó la rotonda prevista en la avenida Navarra, a la altura de la calle Rioja, a medio construir. Desde entonces, los coches y los autobuses urbanos que salen de la intermodal tienen que cruzar la mediana para poder volver al centro.

La sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad asumió la conclusión de la rotonda hace unos meses y adjudicó la obra a la empresa Mariano López Navarro a principios de mes por algo más de 263.000 euros.

CUATRO OPERARIOS La contratista inició ayer los trabajos con una cuadrilla de cuatro operarios que preparaba el terreno para el cruce de una tubería. Con el apoyo de una máquina excavadora, acumularon tubos en la calzada y rompieron el asfalto para abrir una zanja.

La indignación era evidente entre los conductores afectados y los taxistas que se vieron atrapados tras acudir a la estación de Delicias para dejar y coger pasajeros del AVE. "A las nueve de la mañana ya había acumulación de coches y al mediodía el atasco llegaba hasta el concesionario de Volkswagen ", aseguró un taxista, Emilio, que en el segundo viaje a la intermodal optó por salir dando un rodeo por Vía Hispanidad.

A media tarde, el atasco se reprodujo. Los dos policías desplazados, Eduardo y Jorge, no daban abasto con el pito, mientras los conductores no paraban de quejarse. "Es un abuso. Al menos, que indiquen que hay obras", señalaron.