El actual jefe de Bomberos de Zaragoza, Juan José Pascual, dejará el cargo el próximo lunes después de 14 años por una decisión que, además, conllevará un coste adicional en el gasto por las nóminas. Principalmente, porque se plantea una modificación de la plantilla en la que, como aparece en el expediente que se lleva al próximo pleno, se trata de sustituir cuatro plazas de conductor que ahora se encuentran sin cubrir por otra de dirección, de inspector jefe, con más salario, que se adjudicará por concurso. Así, habrá dos personas con esa categoría, no una como ahora, y una persona del cuerpo pasará a cobrar más que ahora. Y a Pascual «se le buscará otro sitio».

Con total normalidad se asume esta decisión por parte del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) que rechazó todas las críticas que desde la oposición le llegaron ayer. Principalmente del PP, que a través del edil Pedro Navarro, denunció la «tala funcionarial» ejecutada por el responsable de Personal, Alberto Cubero, contra todo el que le «lleve la contraria». A profesionales que «llevan años trabajando para diferentes gobiernos y por el interés general» a los que se les pide, dijo, hacerlo por el interés «partidista» de un «programa sectario».

El conservador, además, dijo que varios sindicatos se han posicionado en contra de la decisión o alertan del «peligro» de crear una «bicefalia» en la jefatura.