Aragón es una de las comunidades más afectadas por la remodelación penitenciaria, junto con Andalucía, Castilla-León y Madrid, que suman la mitad de los cambios de dirección. En algún caso, como en la prisión de Valladolid, la renovación ha sido precedida por años de conflictos con los sindicatos penitenciarios, que ayer aseguraron que celebrarían el cese "con champán y marisco". La renovación en las cúpulas de las prisiones no ha sorprendido en la mayoría de los centros, donde se sabía que los cambios se diseñaron durante el verano.