El cruce de acusaciones entre Remar y Coebro se mantiene. Mientras que la entidad asegura que reanudará las obras y que ya ha pagado a la empresa los casi 300.000 euros que le adeuda, la constructora lo desmiente. Un hecho de vital importancia ya que hasta que Coebro no reciba su dinero, Remar no podrá retomar las obras con una nueva empresa. Por si fuera poco, el Ayuntamiento de Zaragoza también tiene que decidir si mantiene su licencia de obra.

Lo que sí ha hecho Remar ha sido entregar --y agotando los díez días hábiles-- los dos requerimientos de los servicios de Suelos y de Licencias por los que se les requería toda la documentación sobre la situación actual de las obras en el barrio de Rosales del Canal. Desde Urbanismo explicaron que ahora serán los técnicos municipales los que estudiarán el informe y decidirán si se rescinde o no el contrato.

En medio de estos dos horizontes, desde Remar aseguraron que ya han pagado su deuda y que ahora, al estar Coebro en concurso de acreedores, debe ser el juez interventor el que decida cuándo se pueden retomar unas obras "que nunca se pararon, sino que se bajó el ritmo" de construcción. La entidad explicó que en el mes de abril se iniciaron las negociaciones con la nueva empresa que se encargará de finalizar las obras. Actualmente está hecha la estructura del edificio que se ubica en la calle Richard Wagner. "Falta por terminar el interior, pero cumpliremos con el plazo establecido por el consistorio para finalizar las obras", aseguraron.

DEUDA

Desde Coebro, en suspensión de pagos, explicaron que la entidad religiosa sigue rechazando negociar la deuda, uno de los motivos "que nos llevaron a esta situación". "Estamos intentando hablar con ellos a través de nuestro abogado para llegar a un acuerdo". Aseguran que "no ha pagada nada de los 280.000 euros pendientes" y que hasta que no lo hagan "no podrán retomar sus obras porque tenemos los derechos". Es más, desde Coebro añadieron que "no vamos a permitir que retomen las obras".