Los sindicatos del sector ferroviario han logrado evitar un importante recorte en los servicios que se prestan al usuario de las líneas regionales gracias a un acuerdo alcanzado la semana pasada con Renfe y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Mañana se hará efectivo el anunciado traspaso de la venta de billetes a la operadora sin que se pierda la atención presencial en los pueblos más pequeños, como amenazaba a finales de año durante las negociaciones. Y así será finalmente en el caso de Aragón porque, entre otras cosas, la compañía solo hará esta función en Zaragoza, Teruel, Calatayud y Huesca, y en esta última «será externalizado».

El acuerdo con los sindicatos ponía tranquilidad a un conflicto que ya duraba casi medio año y que auguraba un traspaso de la venta de billetes conflictivo, en el que se suprimiría el personal de la estación dedicado a ello. El motivo, como ya adelantó EL PERIÓDICO, era que los trabajadores que se dedican a ello, de Adif, seguirían en esta empresa pública pero sin asumir una labor que desde hace años se suma a las ordinarias de la infraestructura. Al principio, se especulaba con la posibilidad de eliminar la venta presencial en las estaciones más pequeñas y fiarlo a la que se realiza a bordo o a la automatizada de máquinas expendedoras.

Al final no ha sido así. Desde Renfe aseguraron a este diario que el usuario no va a sufrir ninguna consecuencia negativa de este cambio. Ni habrá recortes de personal ni perderá la atención personalizada en las estaciones. Las que serán suyas a partir de mañana «porque el personal de Adif pasará a pertenecer a Renfe» sin que cambie su labor, y en las pequeñas «porque seguirá prestándolo Adif como hasta ahora».