Los barrios rurales de Zaragoza se enfrentan a un problema: tienen más necesidades que solucionar que las que pueden cubrir los 7,5 millones de euros que la Diputación Provincial (DPZ) aportará a las alcaldías a través del convenio firmado con el consistorio, 2017-2021.

Es el caso de La Cartuja Baja. Este barrio es uno de los tres, junto a Peñaflor y San Juan, que van a iniciar un proceso participativo para elegir las actuaciones. Su alcalde, José María Lasaosa, de Zaragoza en Común (ZeC), explicó que con los poco más de 500.000 euros que les corresponden no pueden realizar los principales proyectos, que son la adecuación de la avenida de los Plátanos, «una acera abaldosada y otra de asfalto, con una anchura insuficiente y con barreras arquitectónicas», y la construcción de un centro de mayores. El primero costaría 640.819 euros y el segundo 800.000.

Lasaosa explicó que van a proponer a los vecinos ejecutarlos por fases, de manera que se puedan ir adelantando, al menos, alguna de las obras principales. El resultado dependerá de ellos.

Insuficiencia

En Montañana todavía se están terminando los trabajos del convenio anterior correspondientes a la adecuación de la ludoteca. En ese mismo edificio, ubicado junto al colegio, quieren montar una biblioteca en el primer piso. «La actual es muy pequeña y está en malas condiciones», explicó su alcaldesa Cristina Varga (PSOE). En su caso, rechazaron el proceso participativo por «cuestión de tiempo». «El convenio es de tres años y se ha firmado tarde por lo que prácticamente quedan dos, así que no podemos dilatarlo más», señaló.

Añadió que «los vecinos pedirían cosas que no se pueden hacer por temas legales o competenciales. Desconocen si hay que expropiar suelos o si su coste sería muy elevado». En Montaña también quieren destinar parte de la cuantía que les corresponde a levantar un pabellón que albergue un salón de actos».

En la misma línea van las peticiones de Garrapinillos que, entre otras acciones, pretende adecuar la casa de la juventud. Entre sus propuestas destaca la renovación del césped artificial del campo de fútbol, la ampliación de las piscinas y el saneamiento de la conducción del agua de varias calles.

Esta es una de las necesidades más comunes entre los barrios rurales. Junto a la renovación de la red de saneamiento, la adecuación de las calles, solares, parques y zonas verdes se incluyen en el listado.

El arreglo de los pabellones municipales o pistas deportivas también aparece entre las principales propuestas de las 14 alcaldías. Casetas, Juslibol, Montañana, Peñaflor y Torrecilla de Valmadrid tienen actuaciones a este respecto.

Gran parte de los proyectos que las alcaldías ya han trasladado al ayuntamiento están pendientes desde la corporación anterior. Ahora tendrá que volver a pasar el filtro de los técnicos y después ser ratificados por las juntas vecinales. Se prevé que aquellas obras menores puedan comenzar antes de que finalice el año.