Cuando los hombres se implican más en las tareas domésticas y la crianza hay un efecto positivo en la fecundidad, un aspecto importante ya que España tiene una de las tasas de fertilidad más bajas tanto en Europa como en el contexto mundial, con 1,31 hijos por mujer. Esta vinculación está constatada empíricamente y tiene su reflejo en los países escandinavos , según ha puesto hoy de relieve Teresa Martín García, científica titular en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Ha sido una de las ponentes que ha participado en la jornada Conciliación y corresponsabilidad. ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos?, organizada en Zaragoza por la Dirección General de Igualdad y Familias del Gobierno de Aragón.

La investigadora ha destacado que el modelo tradicional de familia de «hombre proveedor y mujer cuidadora está desapareciendo en España». Así, la proporción de parejas de 30 y 45 años en las que el hombre es el único proveedor económico ha pasado del 48% en 1999 al 26% en el 2017. Y ya hay un 37% de los hogares donde la mujer aporta el 50% o más de los ingresos familiares. El modelo del «varón sustentador», ha añadido, ha dejado de ser el patrón mayoritario y está siendo sustituido a un ritmo rápido por el modelo de «doble sueldo».

SACRIFICIOS LABORALES

Este cambio se ha debido en gran medida, según Martín, al «sorpasso educativo femenino». Hoy en día, el porcentaje de mujeres de 30 a 34 años con estudios superiores es de 47%, 13 puntos porcentuales más que en los hombres. Esto ha llevado consigo una progresiva incorporación de la mujer al mercado laboral. Sin embargo, ha apuntado, «tener hijos acarrea fuertes costes laborales para las mujeres», ya que mayoritariamente son ellas las que modifican sus condiciones laborales para el cuidado de su hijo al persistir las desigualdades de género en el ámbito familiar. Las madres dedican una media de 37,5 horas a la semana de trabajo no remunerado (tareas domésticas y la crianza), casi 17 más que los padres (20,8). «Esto hace que la mujer no esté en igualdad de condiciones en el mercado de trabajo», ha aseverado.

«Los hombres asumen una paternidad menos exigente que las mujeres, se confoman con llevar a los hijos al colegio o jugar con ellos, pero echar una mano no lleva a un modelo de conciliación corresponsable e igualitario», ha argumentado.

Para cambiar inercias y avanzar hacia un modelo familiar igualitario, Martín ha considerado necesario un mayor apoyo de las administraciones públicas con medidas como la equiparación de permisos ligados al cuidado de los hijos o la escolarización de los cero a los tres años. Ha abogado asimismo por un «cambio de cultura empresarial» para incrementar la flexibilidiad horaria para conciliar, algo que solo está al alcance del 22% de los trabajadores españoles frente al 32% de la media europea, y recurrir así en menor mediada a las reducciones y excedencias para el cuidado de menores.

La jornada ha sido inaugurada por la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, quien ha defendido que «la conciliación debe ir unido al concepto de corresponsabilidad». «Solo así lograremos la igualdad real entre hombres y mujeres», ha agregado.