La repetición del juicio por la operación Molinos para siete de los acusados, incluída la principal encausada, la exalcaldesa de La Muela María Victoria Pinilla, amenaza con sembrar el caos en la Audiencia Provincial de Zaragoza. No solo por la sorpesa, para quien la hubiera, de la anulación parcial del fallo, sino por la organización necesaria para repetir la vista, que como mínimo afectaría a la agenda de dos de las tres secciones penales del tribunal provincial.

Según explicaron fuentes judiciales, obviamente los tres magistrados que integraron el tribunal no pueden volver a participar en el proceso, por contaminación al haber conocido ya de la causa. Se trataría del que fue presidente del tribunal, Javier Cantero, la magistrada Esperanza de Pedro y el ponente, Francisco Picazo. Los dos primeros siguen en la Sección Primera, a la que vuelve a corresponder el caso, mientras el ponente desempeña su puesto en la Sección Sexta.

ELECCIONES

Así pues, en la Sección Primera quedarían dos magistrados posibles: el presidente de la misma, también de toda la Audiencia Provincial de Zaragoza, Julio Arenere, y el magistrado Juan Alberto Belloch. El primero está próximo a jubilarse, y difícilmente estaría en activo cuando llegue la vista, que en ningún caso sería antes de la del caso principal de Plaza, prevista para octubre.

En el caso de Juan Alberto Belloch su presencia también estaría en el aire. De hecho, según fuentes de su entorno, él mismo ya habría planteado su abstenerse por sus antecedentes políticos, ya que fue alcalde por el PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza. Además, todo apunta a que el juicio por el caso La Muela, el primer gran caso de corrupción urbanística investigado en la comunidad coincida, según otras fuentes judiciales, con las próximas elecciones autonómicas y municipales.

Así pues, habría que incorporar magistrados de otras secciones, presumiblemente de la Sexta, lo cual no presenta problemas legales pero sí de organización. Se paralizarían a un tiempo las agendas de ambas secciones, según destacaron fuentes jurídicas. De ser así, en el listado resaltan tres nombres: Rubén Blasco, Carlos Lasala y Alfonso Ballestín. Tribunal experto en juicio por casos de corrupción, ya que, entre otros, dirimió el caso Mallén contra el exalcalde socialista, Antonio Asín, que resultó condenado por prevaricación administrativa. De logística no habrá tanto problema, ya que con siete acusados, en lugar de los 36 que se sentaron en el banquillo en la primera toma, no será necesario utilizar la sala grande de la Ciudad de la Justicia de Zaragoza y podrá celebrarse en la Audiencia.

Mientras se empiezan a analizar la consecuencias, la comidilla en círculos judiciales era ayer evidente. El que fuera ponente de la sentencia, Francisco Picazo, expresó ayer escuetamente su «respeto» a la decisión del Supremo, aunque apostilló que ellos sí creyeron ver una «maniobra» dilatoria en la renuncia de Pinilla a su abogado a última hora.

La apreciación no es tan descabellada, y de hecho el propio Supremo dictó una reciente sentencia en la que avalaba que la renuncia de última hora a un abogado podía ser considerada fraude de ley o abuso de derecho, al pretender alegarlo un condenado por abuso sexual en Mallorca. En ese caso, entendieron que había tenido de sobra de cambiar de letrado o designar a quien quisiera, y que la renuncia era claramente una estrategia. Pero en el de La Muela, por contra, no vieron pruebas de ello, ya que a todas luces había varias negociaciones con Fiscalía abiertas y no había pruebas de que el primera abogado de Pinilla le hubiese comunicado la suya a su clienta.