Expertos y empresas de oftalmología desarrollan un dispositivo no invasivo que generará un modelo personalizado de la córnea para poder detectar de manera temprana cualquier anomalía y predecir su evolución y la respuesta del paciente al tratamiento.

La investigación responde a un proyecto europeo, Popcorn, y en ella participan las empresas Oftalmar (España), CSO (Italia), Biotronics 3D (Reino Unido) y Optoelectrónica 2001 (Rumanía), en colaboración con el Instituto Tecnológico de Óptica, Color e Imagen (AIDO), la Universidad de Zaragoza y el Instituto de Investigación de Sistemas (ISRI).

El objetivo de esta investigación es predecir de una manera no invasiva cómo afectará a la visión del paciente cualquier cambio que se produzca en la estructura de la córnea, según ha informado AIDO.

A partir de la réplica, los médicos especialistas podrán determinar el estado y el comportamiento biomecánico de la córnea de cada paciente, y permitirá detectar de manera temprana cualquier anomalía y predecir la evolución la córnea, así como su respuesta al tratamiento.

La córnea es la primera superficie del sistema óptico del ojo y contribuye con 45 dioptrías a la totalidad de 60 dioptrías de la potencia óptica total del ojo relajado.

Cualquier mínimo cambio que se produzca en su forma puede implicar grandes variaciones en la calidad del sistema óptico del ojo.

Precisamente, este dispositivo permitirá controlar dichas transformaciones y así el especialista obtendrá la información necesaria para mejorar la visión de cada paciente.

Durante las dos últimas décadas, se han empleado diferentes métodos para modificar la curvatura de la córnea principalmente con fines refractivos, es decir, mediante cirugía para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

En todos los casos la estructura de la córnea se altera y también sus propiedades mecánicas.

El objetivo de este estudio es llegar a conocer las propiedades biomecánicas del tejido de la córnea y predecir cómo afectará cualquier cambio a la visión del paciente.