Representantes políticos de la Cuenca del Ebro se han reunido hoy en Zaragoza para abrir un frente común para instar al cierre definitivo de la central nuclear burgalesa de Garoña, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear informara favorablemente sobre su reapertura.

Se trata de un encuentro interautonómico organizado por el grupo confederal de Unidos Podemos- En Comú Podem- En marea al que han acudido representantes de parlamentos autonómicos, ayuntamientos y diputaciones de Cantabria, La Rioja, Castilla y León, País Vasco, Navarra, Cataluña y Aragón, así como representantes de movimientos sociales antinucleares.

Para el diputado en las Cortes Generales por Álava de Equo, Juantxo López de Uralde, Garoña debe ser cerrada por una decisión política y "es necesario que los representantes ciudadanos pongan por delante la seguridad de las personas y del medio ambiente a los intereses y los beneficios económicos que pueda generar esta central nuclear".

"La central es altamente peligrosa, debido a las grietas en las vasija de su reactor. Además plantea problemas graves en el Ebro por el aumento de la temperatura de las aguas debido a la refrigeración y es un reactor gemelo al reactor número uno de Fukushima", ha detallado López de Uralde en cuanto a Garoña, la central más antigua de España, cerrada desde hace más de cuatro años.

El diputado ha alertado de que, en caso de que se produjera un accidente nuclear, la radiactividad se desplazaría a lo largo de la Cuenca del Ebro y ha criticado la decisión del Consejo Nuclear favorable a la reapertura, una "cortina de humo", ha dicho, "para alargar la vida de las centrales nucleares que solo interesa a las empresas eléctricas".

Para el diputado de Podemos por Zaragoza en el Parlamento, Pedro Arrojo, "plantearse siquiera el asunto es una temeridad, cuando Fukushima está todavía caliente".

"Cuando ya todos los países avanzados están hablando de la transición energética a las energías renovables, aquí, en este país, el Partido Popular lo que hace es el impuesto al sol y el pelotazo nuclear", ha criticado Arrojo.

Para el diputado, esta reunión es un "encuentro sin precedentes" y con una "clara proyección": "que los movimientos sociales tengan el apoyo unánime, si es posible, de las instituciones de la Cuenca del Ebro".

Un "primer paso", ha dicho, para lograr la "unidad interinstitucional" en la cuenca para conseguir que el gobierno central "se lo piense" y cambie "lo que ya es una indisimulada política de un nuevo empujón nuclear", ha considerado.

Al encuentro ha acudido también Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza, cuyo pleno aprobó el pasado 24 de febrero una moción en la que se instaba al Gobierno de España al cierre definitivo de la central de Garoña.

"Pedimos que la central que estaba cerrada permanezca cerrada, y que se zanje este tema", ha declarado el alcalde, quien se ha comprometido desde la institución que lidera a "abanderar, dar cobijo, ayudar, potenciar y contribuir a esa movilización ciudadana".

Santisteve explicará la experiencia del consistorio zaragozano junto a otras instituciones de diferentes niveles de la Cuenca del Ebro, donde ya se han alcanzado acuerdos políticos para pedir que se frene la reapertura de la central nuclear de Garoña.