Doce horas mojado, solo y sin poder pedir ayuda a nadie. Así estuvo un vecino de Sádaba de 67 años, J. I. R. A., que ayer se salió de la carretera A-127, volcando el vehículo que conducía sobre una acequia. Por suerte, por esta infraestructura hídrica discurría un bajo caudal de agua, lo que evitó una desgracia.

El accidente que la Guardia Civil relaciona con la somnolencia del conductor se produjo a las 21.00 horas. No fue hasta las 09.20 horas cuando los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) recibieron una llamada que les alertaba del siniestro. Procedía de la Guardia Civil de Tráfico que anteriormente había sido activada por la sala del 062.

Inmediatamente acudieron al lugar, el punto kilométrico 34.200 en sentido ascendente, encontrándose a la víctima, identificada como J. I. R. A., sin ninguna lesión, aunque con evidentes signos de hipotermia. De hecho, cuando consiguieron abrir las puertas del vehículo, los bomberos se lo encontraron en posición de cuclillas para intentar aprovechar el calor corporal que aún retenía, tras pasar toda la noche mojado.

Rápidamente le sacaron al exterior envuelto en una manta térmica, siendo trasladado al centro de salud de Ejea de los Caballeros por parte de una ambulancia del 061. Allí los médicos determinaron que sufría de hipotermia leve y que no presentaba lesiones graves.

Desde la Guardia Civil señalaron que la víctima no podía haber pedido auxilio de ninguna forma puesto que el teléfono móvil que empleaba quedó inutilizado como consecuencia del agua de la acequia que había afectado al terminal. Al no haber testigos del siniestro, el vecino de Sádaba atrapado en el interior del turismo no pudo ser rescatado al instante.