La Guardia Civil de Montaña rescató durante el fin de semana a tres esquiadores que sufrieron sendos accidentes. Curiosamente, dos de ellos eran vecinos de Valencia y Sevilla en un momento en el que Aragón está cerrada perimetral. Es por ello que el instituto armado inició una investigación por si no estuviera justificado el viaje y entonces proponerles a Sanidad para que les sancione. Los salvamentos se produjeron en el glaciar del Aneto: en la Renclusa, también en el valle de Benasque, y en Panticosa.

El primer auxilio se produjo el pasado viernes, según informó la Comandancia de Huesca. Fue sobre las 13.20 horas, cuando el 062 recibió un aviso en el que se informaba de que en las proximidades del pico Foratulas, en el término municipal de Panticosa, una esquiadora valenciana de 36 años había sufrido una torsión de su rodilla derecha que le había provocado un esguince, por lo que no podía continuar con la actividad.

De forma inmediata se desplazaron al lugar especialistas del Servicio de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de Panticosa, la Unidad Aérea de Huesca y un médico del 061. Una vez en la zona, localizaron a la accidentada y tras ser evacuada a la helisuperficie de Panticosa, se le inmovilizó la extremidad, dirigiéndose al hospital por sus propios medios.

Al día siguiente, sobre las 16.55 horas, el instituto armado recibió un aviso en la Pleta de Renclusa, en Benasque. Unas personas se cruzaron con un esquiador de montaña que caminaba con mucha dificultad en dirección a la zona de Besurta. Por este motivo, el hombre, vecino de Sevilla y de 33 años, fue evacuado a las 17.15 horas por un helicóptero de la Unidad Aérea a la helisuperficie de Benasque. El hombre fue asistido por un médico del 061 de una meniscopatía leve en la rodilla, fruto de una antigua lesión. Al final, fue trasladado a su alojamiento en la localidad, no precisando de mayor asistencia médica.

Por último, en esa misma jornada, rescataron a una esquiadora accidentada, vecina de Barbastro y natural de Algeciras, de 48 años, en las cercanías del pluviómetro del pico Aneto, también en Benasque, a unos 3.000 metros de altitud. Al parecer se había roto los ligamentos de la rodilla derecha al clavarse su esquí en un giro. Tras avisar, estas personas habían planeado continuar descendiendo al ritmo que pudieran para perder altura y facilitar las labores de rescate.

Activaron a los cuatro especialistas del GREIM de Benasque, que salieron con esquíes de montaña y camilla ya que la meteorología era adversa. Después, se incorporaron otros cuatro efectivos, uno de ellos se encargó de la coordinación y los otros tres, con apoyo de helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca, se dirigió a la zona, a pesar del mal tiempo, para tratar de realizar la extracción con medios aéreos. Les resultó imposible el intento y, por ello, se unieron tres especialistas a los cuatro que iban a pie, en la Pleta de Aigualluts. Tras un periodo de tiempo «foqueando» bajo la nieve, encontraron a la accidentada y su grupo a unos 2.300 metros de altitud y procedieron a acomodarla en la camilla para su extracción por tierra. Después de cinco horas llegaron a los Llanos del Hospital