La Policía Local de Zaragoza recibió en torno al mediodía de ayer el aviso de un indigente, que les advertía de que un compañero suyo estaba "muy mal". Los agentes se personaron en la calle Matías Carrica, número 9, y descubrieron que el inmueble, próximo a la calle Alfonso, tenía la entrada tapiada. Al parecer, los indigentes accedían al inmueble abandonado por el balcón.

Rápidamente avisaron a los bomberos, que ante la urgencia de la situación tuvieron que practicar "una especie de butrón" en el muro. Al acceder a la vivienda, encontraron al indigente rodeado de gran cantidad de desperdicios. El hombre estaba aquejado de tuberculosis. Tras sacarlo del edificio, los bomberos le trasladaron en ambulancia al Hospital Provincial, donde fue atendido por su enfermedad.

Tras el traslado, los agentes de la Policía que habían acudido a la llamada solicitaron al consistorio que enviara a una brigada municipal para volver a bloquear el acceso del inmueble, impidiendo el acceso de otros indigentes al mismo.

Se da la circunstancia de que el edificio contiguo, en la esquina con la calle Contamina, sufrió el pasado 16 de agosto un aparatoso incendio que alertó a los vecinos de la zona por la gran nube de humo que provocó. El fuego se complicó en esa ocasión por la acumulación de desperdicios y las tareas de desescombro se alargaron por el derrumbe de uno de los pisos.

Ya entonces, los vecinos alertaron de que los indigentes accedían a estos inmuebles por los balcones, o directamente rompiendo los candados que bloqueaban las puertas. Según sus testimonios, las velas que utilizan para iluminar las habitaciones fueron la causa probable de este fuego, y advertían que si no se actuaba podía haber "una desgracia cualquier día". Ayer, la rápida actuación de la Policía Local y los Bomberos evitó que se produjera la primera víctima de este pequeño núcleo de infravivienda en pleno centro de la ciudad.