Técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) han rescatado, en las inmediaciones del pueblo lebaniego de Turieno, en Cantabria, al ejemplar macho Aquilón, de casi tres años y liberado hace dos en Picos de Europa, y que había sido cedido por el Gobierno de Aragón procedente de los Pirineos.

El animal estaba "muy malherido" junto a un viñedo, con signos de electrocución, y han tenido que amputar una pata, informa la entidad en un comunicado.

El quebrantahuesos fue localizado gracias al dispositivo satelital que lleva colocado desde su liberación. El sistema GPS con el que se supervisan la evolución y los movimientos de cada ejemplar liberado había marcado en este caso varias localizaciones de Aquilón en la zona, en puntos "inadecuados" para su seguridad y supervivencia.

Esto motivó que el equipo de seguimiento de la FCQ activara el protocolo de búsqueda, que desplazó de inmediato a dos efectivos hasta el lugar de la última localización. Una vez allí, inspeccionaron la zona y localizaron al ejemplar, malherido pero con vida.

Tras capturarlo, los técnicos comprobaron que presentaba heridas inciso-contusas en la pata izquierda compatibles con una posible electrocución.

Después de informar a la autoridad ambiental competente, se procedió al traslado del ejemplar a las instalaciones del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre dependiente de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria en la localidad de Obregón.

Allí la veterinaria de guardia efectuó las primeras curas de urgencia y confirmó que las lesiones eran compatibles con un choque y electrocución en un tendido eléctrico.

Las heridas revestían una "gravedad considerable", por lo que Aquilón fue trasladado a un centro especializado en quebrantahuesos concertado por la FCQ, donde finalmente se comprobó la irreversibilidad de la lesión y se procedió a la amputación de la pata afectada para evitar que la necrosis se extendiera al resto del cuerpo.

Actualmente el ejemplar sigue en observación, ya que de la posible electrocución también tiene afectados los pulmones y otros órganos internos. Permanece estable dentro de la gravedad.

PROCEDENTE DE PIRINEOS Y LIBERADO EN PICOS

Aquilón es un macho de casi tres años cedido por el Gobierno de Aragón procedente de Pirineos, liberado en el marco de recuperación de la especie en los Picos de Europa en 2018.

El ejemplar tenía su zona de campeo habitual en la vertiente sur del parque nacional, en la comarca de Liébana, entre los términos municipales Camaleño y Cillorigo de Liébana, donde era frecuente avistarlo desde 2019.

Para esclarecer lo sucedido, se ha iniciado una investigación cuyos resultados serán trasladados a la autoridad administrativa y judicial.

LOS TENDIDOS ELÉCTRICOS, LA AMENAZA QUE NO CESA

El quebrantahuesos es una especie gravemente amenazada de extinción en la Unión Europea y figura en los más altos rangos de protección legal en la legislación española.

Desaparecido de las principales montañas españolas y europeas, se están realizando grandes esfuerzos para recuperar esta especie.

Las principales amenazas que soporta son de origen antrópico, entre ellas el uso ilegal de venenos y los choques con infraestructuras como los tendidos eléctricos.

Para evitar las electrocuciones y las colisiones con esos tendidos, hoy en día los tramos más peligrosos suelen ser señalizados mediante elementos visuales (grapas de neopreno, espirales, etc.) y los apoyos (postes) suelen ser aislados para evitar que se produzcan descargas eléctricas.

Pero en la zona de campeo principal del ejemplar Aquilón todavía existen tendidos eléctricos de alto riesgo que no han sido corregidos.

Según informes publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en 2017, los tendidos eléctricos causan la muerte de al menos 33.000 aves rapaces al año en España.

Además se estima que la mortalidad detectada por esta causa es solo el 15% de la mortalidad real, ya que muchas no son contabilizadas por la ausencia de muestreos, y en otras ocasiones la acción de carnívoros o el factor humano hacen desaparecer los cadáveres.

La electrocución es una de las principales causas de muerte no natural a la que se enfrentan algunas de nuestras especies de aves más amenazadas como el águila imperial ibérica, el milano real o el águila perdicera, entre otras muchas especies de aves rapaces y no rapaces que también se ven afectadas.