La Guardia Civil de Huesca ha llevado a cabo tres rescates por distintos puntos de la provincia. Dos luxaciones en hombros y un fuerte dolor de cadera han sido los motivos por los que los afectados han tenido hacer uso de las fuerzas de seguridad

Una zaragozana de 29 años tuvo que llamar ayer a la Guardia Civi, mientras realizaba el barranco de San Martín de la Val D’Onsera, en San Julián de Banzo (término municipal de Loporzano) que había tropezado y al apoyarse, se le había salido el hombro derecho. Así, los especialistas de EREIM de Huesca que, junto con médico del 061 acudieron a la zona en vehículo oficial. Se localizó al grupo a escasa distancia del parking, los cuales fueron ayudados por los agentes a llegar al parking donde se encontraba una ambulancia. Tras reducirle el médico la luxación fue trasladada al Hospital San Jorge de Huesca para cuidados más específicos.

Asimismo, otra mujer, esta vez, de 34 años y natural de Burgos, alertó a los agentes tras resbalarse y haberse dado un fuerte golpe en la cadera, lo que le impedía continuar el descenso de la zona del barranco del Mascún Superior (Bierge).

Se activó inmediatamente a especialistas del EREIM de Huesca, Unidad Aérea de Huesca y médico del 061, que acudieron al lugar. Al llegar a la zona, se localizó a la persona accidentada en el fondo del barranco (entre el final de los oscuros y el caos de Otín). Se dejó a un especialista con la accidentada mediante un ciclo de grúa con la camilla y en un segundo ciclo descendió médico del 061, que tras una primera exploración decidió su evacuación al Hospital San Jorge de Huesca para una mejor valoración.

Finalmente, una escaladora de 30 años y de Huesca, que se encontraba junto a dos personas más, realizando la vía Espolón del Gallego en peña Rueba (Murillo de Gallego) había sufrido una luxación en el hombro derecho, no pudiendo continuar la escalada y tampoco descender por los dolores.

Se activó inmediatamente a especialistas del EREIM de Huesca, Unidad Aérea de Huesca y médico del 061, que acudieron al lugar, localizando a los escaladores. Mediante un ciclo de grúa se bajó a un especialista, siendo una maniobra arriesgada debido al fuerte viento reinante en la zona, que desestabilizaba a la aeronave, no pudiendo realizar en un principio un apoyo estacionario con seguridad.

Tras varios intentos y gracias a la gran pericia de los pilotos, se logró llegar a la accidentada, y sin quitarse el especialista de la grúa se aseguró a la misma a la escaladora, siendo izados ambos hasta la aeronave. Una vez valorada por médico del 061, se le redujo la luxación y se le inmovilizó, determinando su evacuación al Hospital San Jorge de Huesca para una exploración en profundidad.